Para el mundo en el que vivimos pareciera ser que la mayor muestra de amor entre dos personas enamoradas es tener relaciones sexuales. Dejando de lado la hermosura y la riqueza del amor entre hombre y mujer; se nos va olvidando que la castidad nos ofrece un camino invaluable de verdadero amor como recorrido y preparación para el matrimonio, punto de llegada (y partida) para vivir en plenitud la vocación entre mujer y varón llamados a ello.
En esta galería de fotos encontramos unas bonitas imágenes de gestos de amor entre parejas muy diversas. Estas recogen de forma encantadora variadas expresiones de cariño puro. Son un vistazo muy humano al Amor, que nos abre a dimensiones divinas si aprendemos a ver en el rostro del otro, la sonrisa de Dios. Todos estos gestos nos demuestran que fuera del sexo es posible expresar y hablar del amor, y más aún, cultivarlo día a día con actos, palabras y detalles.
Sólo la desnudez que convierte a la mujer en “objeto” para el hombre, o viceversa, es fuente de vergüenza. El hecho de que no sentían vergüenza quiere decir que la mujer no era para el hombre un “objeto”, ni él para ella. La inocencia interior como pureza de corazón, en cierto modo, hacía imposible que el uno fuese, a pesar de todo, reducido por el otro al nivel de mero objeto. Si no sentían vergüenza, quiere decir que estaban unidos por la conciencia del don.San Juan Pablo II. Teología del cuerpo
Todos estos gestos nos demuestran que fuera del sexo es posible expresar y hablar del amor, y más aún, cultivarlo día a día con actos, palabras y detalles.
¡Cuánto miedo se tiene hoy del verdadero Amor! Sí. De ese amor que compromete, que nos mueve a ser mejores y más virtuosos, que nos lleva a aprender a respetar a la persona amada, que entiende que la mejor “protección” es vivir la castidad; ese amor que “es paciente, es servicial… no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad”. ¡Sí! Ese Amor que “todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (Corintios 13,4-7).
¡Cuánto miedo se le tiene! Y es que nos falta la valentía suficiente para lanzarnos a vivirlo. Pero cuando uno se lanza se compromete y ama, los frutos son invalorables y llenan de felicidad el corazón.
Ese verdadero Amor, es el que Dios nos enseña y nos llama a vivir. Y es que Él “nos amó primero” (1 Juan 4, 19) y se entregó en la Cruz para enseñarnos la dimensión del auténtico Amor. Por eso, así como Dios tiene innumerables detalles de amor para con nosotros (que hay que aprender a ver con reverencia) es totalmente consecuente y querido por Dios que tengamos también esos gestos de Amor puro con la persona amada. Así nos convertimos en ese reflejo de la sonrisa de Dios para el mundo, haciendo brillar su pureza y su alegría en nuestras relaciones humanas.
Artículo originalmente publicado por Catholic Link
Hoy celebramos a...