¿Visita de despedida? Aunque le quedaría medio año, la visita de Cristina Fernández de Kirchner al Papa Francisco el 7 de junio, podría ser su última como presidenta argentina. Es la cuarta visita que hace, y el quinto encuentro cara a cara que mantendrán desde la elección del Sumo Pontífice.
Como le expuso al Papa un periodista argentino -que fue sabiamente respondido por Francisco-, hay polémica en los medios de comunicación argentinos, ya que el Papa Francisco había asegurado en Televisa que se había sentido usado por ciertos políticos, y el ceremoniero argentino con el que el Papa comparte gran parte del día, monseñor Guillermo Karcher, había anunciado que se limitarían los encuentros con políticos y candidatos hasta después de las elecciones.
Si bien Cristina Kirchner no puede aspirar a un tercer mandato, aún se especula en la Argentina con que se postule a algún otro cargo, de manera que seguiría apareciendo en la boleta electoral, como escribe Leuco en su carta.
Guillero Oliveri, secretario de culto argentino, avisó que será un encuentro de carácter protocolar y breve, a diferencia de las veces anteriores en las que las conversaciones eran largas y más personalizadas.
La reunión sería en remplazo de la que estaba prevista para enero, que debió suspenderse por la lesión de la presidenta argentina en el tobillo. Para esa fecha, Kirchner pensaba visitar al Papa junto con la mandataria chilena Michelle Bachelet, para celebrar los 30 años del tratado de paz del Canal de Beagle, posible gracias a la mediación de la Santa Sede.
El primer encuentro entre Jorge Bergoglio como Papa y Cristina Kirchner fue el 18 de marzo de 2013 por la mañana, previo a la asunción de Francisco. Hubo otras tres visitas a Roma, y un breve encuentro durante la Jornada Mundial de la Juventud. El Papa ha almorzado con Cristina Kirchner en su casa de Santa Marta, e intercambiaron varios presentes de valor simbólico y religioso.
Por error, en varios medios se consigna que Cristina Kirchner no recibía al cardenal Bergoglio cuando este estaba en Buenos Aires. Sin embargo, nunca hubo una demora en la aceptación de un pedido de audiencia, aunque sí era evidente, por comentarios públicos de funcionarios, que desde el kirchnerismo no se consideraba a Bergoglio un amigo.
Quienes critican la gestión de la mandataria y su relacionamiento con el Papa, como el periodista Leuco, suelen recordar cómo tanto la mandataria y sus allegados ignoraron e incluso atacaron su elección durante las primeras horas.
Independientemente de las lecturas políticas, como trasciende siempre después de cada reunión, a Francisco le interesa mucho la actualidad de su país; la sigue con atención y se interioriza con cada visita.
La vorágine electoral de este 2015, con elecciones en agosto, octubre, y de haber segunda vuelta, noviembre, dan a entender que esta será la última oportunidad para un encuentro con esta presidenta.
Hoy celebramos a...