Conociendo los países altiplánicos que visitará el papa Francisco (I)
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Faltan pocos meses para que dos naciones, Bolivia y Ecuador, abran sus puertas y su esperanza ante la llegada del santo padre Francisco, en lo que viene a ser su primer viaje apostólico a tierras hispanohablantes.
¿Cómo son estos países? ¿Qué legado histórico ha aportado la Iglesia? ¿Cómo viven la fe actualmente sus comunidades? Sobre estos y otros aspectos, les haremos conocer más mediante artículos redactados por Aleteia para sus lectores.
Raíces de la evangelización
En el siglo XV, el espíritu misionero de los franciscanos y jesuitas para evangelizar en tierras alejadas de América no tenía límites, por ello viajaban hasta llegar a zonas desconocidas como es el caso de Bolivia.
En ese periodo, los franciscanos se preocuparon por una igualdad social y por evangelizar a los oriundos, lo mismo sucedía con los jesuitas quienes llevaron la fe católica mediante la música barroca y la enseñanza del cristianismo dejando, además, un legado histórico con sus iglesias y que hoy está catalogada como Patrimonio de la Humanidad.
En el año de 1539 llegaron los misioneros franciscanos al departamento de Chuquisaca, en Bolivia, dónde el padre fray Francisco de Aroca construyó una enramada hecha de palos y hojas.
En este lugar catequizaba a los niños, y al verse impresionados los fieles por las palabras del sacerdote, en el año de 1540 iniciaron la construcción del Convento o casa para la Orden franciscana; posteriormente por el año de 1581 se concluye la construcción de la Iglesia, en cuyo interior se aprecian retablos en pan de oro, pinturas, entre otras riquezas.
En lo que va del siglo XVI, los misioneros franciscanos crearon también los conventos de San Antonio de Potosí y Nuestra Señora de los Ángeles de La Paz. En 1565 se crea la provincia de San Antonio de los Charcas, posteriormente se fundan los conventos de San Francisco de Pocona, San Francisco de Cochabamba, Nuestra Señora de los Ángeles de Mizque, Santa Ana de Chuquisaca, Nuestra Señora de Guadalupe de Oruro y Nuestra Señora de los Ángeles de Tarija.
Misiones de Tarija
El papa Gregorio XV creó en Roma la Congregación de Propaganda Fide, cuyo propósito era la propagación de la fe. A raíz de esta iniciativa los misioneros franciscanos, en 1755 crearon el primer Convento o Colegio Propaganda Fide en el departamento de Tarija, con el propósito de evangelizar a los mismos cristianos y a las personas que en ese entonces desconocían la religión católica; además servían para que los frailes misioneros pudieran aprender las diversas lenguas nativas, para catequizar y para formar grupos de oraciones.
El carisma evangelizador de ese entonces de los franciscanos fue vivir sin nada, solo tener una vida entre el huerto y recibir las limosnas. Los franciscanos tenían en su enfoque el aspecto socio-religioso y que se resumía en el templo, biblioteca, predicación, estudio y comunicación en la diversidad cultural.
En Bolivia, los misioneros sacrificaron su integridad para evangelizar en lugares desconocidos de mucho peligro. Fruto de este esfuerzo, también fundaron el colegio Fide en el año de 1796 en Tarata; en 1835 el Colegio de La Paz; en 1837 el Colegio de Sucre, y en 1853 el Colegio de Potosí.
Patrimonio de los jesuitas
Desde el año 1540 llegaron los misioneros de la Compañía de Jesús al país boliviano, cuyo propósito fue convertir al cristianismo a las personas que desconocían la fe católica. En el año de 1576, los jesuitas en conjunto con los pueblos de lengua Aimara (habitaban de las orillas del lago Titicaca) empezaron a crear las misiones, entre ellas las más importantes fueron las de Chiquitos y San Miguel.
Los jesuitas emprendieron su plan de expansión en el siglo XVI creando las misiones en siete pueblos de Bolivia: San José de Chiquitos, San Javier, Concepción, San Ignacio de Velasco, Santa Ana, San Miguel y San Rafael. Posteriormente en el año 1992, estos lugares de gran riqueza histórica y cultural fueron catalogados por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Por el año 1640, los jesuitas infringen las “Leyes de Indias” al armar de fusiles y entrenar militarmente a los oriundos de las reducciones. Posteriormente en el año de 1645, el Virrey del Perú autoriza para que los jesuitas tengan legalmente armas de fuego para mantener toda una organización militar.
El 2 de abril de 1767, el Rey Carlos III ordena la expulsión de los jesuitas de todos sus dominios y el papa de ese entonces suprime a la Compañía de Jesús; solo en 1814 el papa Pío VII autoriza para que sigan funcionando.
La presencia de los españoles en América generó pobreza, desigualdad social y humillaciones, sin embargo, gracias a los miembros de las diversas congregaciones es que se evangelizó de pueblo en pueblo.
Los misioneros enseñaban la fe cristiana, incentivaban la estabilidad del núcleo familiar y la paz en una sociedad convulsionada. Por ello, muchos predicadores tuvieron que enfrentarse a las autoridades para defender al pueblo de las injusticias sociales.
Ahora, las iglesias, conventos y monasterios son testigos que acompañan la vivencia de una fe católica que se dispone a recibir en Bolivia al papa Francisco.
Con información de Abraham Cutipa Galindo