Mejor que una nueva ley aplicar las que ya existen, que prevén los cuidados paliativos para quien los pida
“Al contexto actual le falta transparencia, y el periodo que atravesamos es difícil (···). Un nuevo debate sobre el final de la vida puede añadir confusión”, escribe el cardenal arzobispo de Lyon, Philippe Barbarin.
Aunque la palabra eutanasia no ha sido pronunciada hasta ahora por los promotores de esta ley, realmente es esta cuestión la que subyace, con la posibilidad de ver introducida una sedación “profunda y continua” que aceleraría la muerte.
La medicina paliativa en el centro de los debates
Para monseñor Pierre d’Ornellas, arzobispo de Rennes, Dol y Saint-Malo, la cuestión realmente central del debate no es esta sedación.
“Todos los informes, sin matices, son unánimes al decir que hay una demanda de cuidados paliativos. La ley Léonetti de 2005 es sorprendente por la exactitud y precisión en este sentido, porque prevé que todos los franceses que lo pidan puedan acceder a los cuidados paliativos”, declaró.
En este contexto, la urgencia no es tanto la promulgación de una nueva ley como la aplicación de las que ya existen.
Sin embargo, en términos de medicina paliativa, la obra es inmensa: las camas siguen siendo en número insignificantes a escala nacional y la formación dispensada a los futuros médicos y enfermeras es anecdótica.
Alix Frenais, estudiante de 4º curso de Medicina y portavoz de la asociación Soigner dans la dignité (Cuidar en la dignidad), lo confirma: “Durante todos nuestros años de estudios, sólo tenemos ocho horas dedicadas a los cuidados paliativos”.
“No vote contra los médicos”
Los defensores de la ley sobre el fin de vida argumentan por su parte que permitirá a los pacientes retomar el poder sobre sus cuidados.
Con la hoja de las directivas anticipadas prevista, el paciente podrá imponer su voluntad de recibir una sedación profunda al equipo médico que esté al cargo. Esta idea podría tener como resultado hacer de los médicos simples ejecutores… de una demanda que puede sin embargo variar: los equipos médicos saben que en la mayoría de los casos una petición de eutanasia desaparece cuando se proporcionan los cuidados adecuados.
“Esperamos una palabra fuerte contra la eutanasia”
Por el momento, la conferencia de obispos de Francia evita dar la voz de alama precisando en un comunicado de prensa que su convicción es que la mano que cura no puede ser la que mata.
No prejuzgan los debates en torno a la ley del fin de la vida. Monseñor D’Ornellas expresa “sin agresividad” una “inquietud” respecto a las convicciones del Gobierno.
“Jacques Chirac, entonces jefe del Estado francés, anunció clara y definitivamente que no habría clonación en Francia –recordó-. Recientemente el ministro Manuel Valls se pronunció igual contra la maternidad subrogada. Merecemos escuchar una toma de posición también clara contra la eutanasia”.