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EEUU: La pena de muerte debe terminar

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Jaime Septién - publicado el 08/03/15
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Cuatro grandes publicaciones católicas de Estados Unidos unen su voz

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El próximo mes de abril la Suprema Corte de Estados Unidos escuchará los argumentos del caso Glossip versus Gross, un caso que viene de Oklahoma, que interpela el más extendido de los métodos para dar muerte a los reos condenados a la pena capital: el protocolo de la inyección letal, considerado por muchos en Estados Unidos como un inusual y cruel castigo.

La Suprema Corte tomó el caso el pasado mes de enero, tras un año, el del 2014, en el que se presentaron tres ejecuciones sumamente crueles y problemáticas en tres estados de la Unión Americana.  La Corte podría estar emitiendo un veredicto sobre el tema para este mes de junio de 2015.  Y la esperanza de millones de católicos en Estados Unidos es que –por fin—se detenga la pena de muerte en esa nación.

Wenski y O’Malley dan su veredicto

El arzobispo de Miami, monseñor Thomas Wenski, también presidente de la Comisión de Justicia Interna y Desarrollo Humano en la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), ha exigido que se llegue a la decisión de detener la pena de muerte en la nación americana al decir que “… la práctica de la pena de muerte devalúa la vida humana y disminuye el respeto por la dignidad de la persona; los obispos continuaremos diciendo que no se puede enseñar a no matar, matando”.

Por su parte, el cardenal de Boston y presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la USCCB, monseñor Seán O’Malley, también le ha pedido a la Corte que escuche el caso de Oklahoma como un caso emblemático de la crueldad que conlleva esta práctica.  “La sociedad puede protegerse a sí misma utilizando otros caminos que el de la pena de muerte”, ha dicho el cardenal O’Malley, pues la pena de muerte pone en entredicho “la santidad de toda vida humana”.  Y ha rematado sus comentarios diciendo: “La pena de muerte debe terminar”.

Aviso a los lectores

Con este esfuerzo de los obispos católicos y de la Iglesia en Estados Unidos, los editores de cuatro grandes publicaciones católicas de ese país –America, National Catholic Register, National Catholic Reporter y Our Sunday Visitor— unieron sus voces y urgieron a los lectores de sus (diversas) publicaciones y a todos los católicos estadounidenses, así como a todas las personas de de fe, a unirse para decir clara y fuertemente: “La pena de muerte debe terminar”.

“La Iglesia católica en este país ha peleado por décadas en contra de la pena de muerte.  El Papa San Juan Pablo II en el Catecismo de la Iglesia Católica incluyó una prohibición de hecho de la pena capital…  El año pasado, el Papa Francisco nos llamó a todos ‘a pelear… por la abolición de la pena de muerte’.  Esta práctica es aborrecible e innecesaria”, han dicho los editores de estas cuatro grandes cabeceras católicas estadounidenses.

Ya hay muchos signos

Los editores agregan que los ejemplos de Florida (suspendió la pena capital hasta que se pronuncie la Corte) y el del gobernador de Ohio, John Kasich, quien ha pospuesto siete ejecuciones en su Estado, programadas para 2015, dependiendo de posteriores estudios del tema, son importantes para mostrar que existe un movimiento nacional que exige una respuesta ante este protocolo que, en palabras del gobernador de Pennsylvania, Tom Wolf, podría tratarse del reflejo de un sistema de justicia desinflado “inefectivo, injusto y carísimo”.
 

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