El jefe de Seguridad del Papa admite que existen amenazas para la seguridad cotidiana, pero asegura que “otra cosa es la planificación de un ataque”
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
El comandante de la Gendarmería del Vaticano, Domenico Giani, admitió en una entrevista el lunes 2 de marzo que existe “una amenaza” del Estado Islámico, aunque precisó que son más peligrosas las “acciones solitarias”.
Sobre las repetidas amenazas difundidas en las redes sociales contra el símbolo del catolicismo por parte de secuaces del ISIS, el comandante de la seguridad del Papa declaró que la “amenaza existe; esto es lo que queda manifiesto en las reuniones con los colegas italianos y extranjeros”.
Asimismo, aclaró que “un cosa es la existencia de una amenaza, otra cosa es la planificación de un ataque; por el momento, puedo decir que no tenemos conocimiento de planes de ataque en el Vaticano o al Santo Padre”, dijo Giani a la Revista Oficial de la Policía de Estado en Italia.
En la entrevista, el jefe de seguridad reconoce que el Santo Padre es consciente de la amenaza que le rodea por ser un personaje público, pero lo que más le preocupa son los feligreses, así como lo manifestó en el viaje a Filipinas a los periodistas en enero.
"El Vaticano es un lugar por el que cada día, entre las visitas a la Basílica, a los Museos y las audiencias, pasan decenas de miles de personas, que deben sentirse seguras".
La alerta se traduce en el trabajo cotidiano de la Gendarmería, el cuerpo de seguridad policial que se ocupa de proteger al Pontífice, y que cuenta con 130 agentes.
“El nivel de atención es constantemente alto, siembre adecuado a las circunstancias. No existen sólo las amenazas del ISIS, sino también los riesgos de las acciones solitarias, que son más peligrosas por imprevisibles. Pienso en fanáticos, enfermos mentales, mitómanos o también simples individuos que podrían decidir actuar en el Vaticano por la visibilidad mediática que pueden obtener”, señaló.
A pesar de los riesgos para su integridad, Francisco "no abandonará el estilo de su pontificado, fundado sobre la proximidad y en encontrar el mayor número de personas posibles", dijo el comandante.
"Somos los encargados de su seguridad los que debemos adecuarnos a él, y no al revés -explicó-. Debemos hacer todo lo necesario para que pueda continuar desarrollando su ministerio como quiere y cree", añadió.
Para garantizar esa seguridad, la Gendarmería vaticana trabaja con la Guardia Suiza para proteger el Estado de la Ciudad del Vaticano, mientras que la policía italiana custodia la Plaza de San Pedro y el exterior.
Por otro lado, el comandante recordó que la Gendarmería forma parte de la Interpol (la policía internacional) y además tiene una colaboración con la policía de diversos países islámicos. “De numerosos países islámicos nos llegan preciosas informaciones, pero también demostraciones de estima y admiración por el Santo Padre”.
Luego sostuvo: “Puedo decir que hoy, el Pontífice es considerado y respetado por el islam como la más influyente autoridad moral del mundo. Y esto tanto por parte de las autoridades religiosas como civiles”.
Precisamente, el Papa Francisco, recibiendo a los agentes de seguridad pública que trabajan en el Vaticano el pasado 22 de enero, no escondió su atención por las “sombras y peligros que preocupan a la humanidad” en estos momentos.
En este sentido, sin mencionar las noticias, además desmentidas en varias ocasiones por la Sala de Prensa del Vaticano, de amenazas serias a la seguridad del Vaticano por parte del fundamentalismo islámico, el Pontífice dijo que “como cristianos, estamos llamados a no perder el ánimo” ante las amenazas.