Lectio Divina: Martes II semana de Cuaresma Ciclo B

Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Vamos a abrir la Biblia, Tú eres el autor.
Queremos que nos abras nuestra mente cerrada, nuestro corazón preocupado en otras cosas,
Y nos lleves al encuentro con Jesús, a través de su Palabra y de la oración.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.
Amén

23,1: Entonces Jesús, dirigiéndose a la multitud y a los discípulos, 23,2: dijo:
   —En la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos. 23,3: Ustedes hagan y cumplan lo que ellos digan, pero no los imiten; porque dicen y no hacen.
  23,4: Atan fardos pesados, [difíciles de llevar,] y se los cargan en la espalda a la gente, mientras ellos se niegan a moverlos con el dedo. 23,5: Todo lo hacen para exhibirse ante la gente: llevan cintas anchas y flecos llamativos en sus mantos.
  23,6: Les gusta ocupar los primeros puestos en las comidas y los primeros asientos en las sinagogas; 23,7: que los salude la gente por la calle y los llamen maestros.
  23,8: Ustedes no se hagan llamar maestros, porque uno solo es su maestro, mientras que todos ustedes son hermanos. 23,9: En la tierra a nadie llamen padre, pues uno solo es su Padre, el del cielo. 23,10: Ni se llamen jefes, porque solo tienen un jefe que es el Mesías.
  23,11: El mayor de ustedes que se haga servidor de los demás. 23,12: Quien se alaba será humillado, quien se humilla será alabado.

BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO

El evangelio de hoy encontramos varias críticas a los fariseos y letrados, no olvidemos que el Apóstol Mateo escribe para los cristianos provenientes del judaísmo, aunque era un recaudador de impuestos, el tambien venía del pueblo judío. Es importante tener en claro que los fariseos y letrados, no representan la totalidad del pueblo de Israel, sino que eran uno de los grupos de la comunidad, por lo tanto no podemos  generalizar que las prácticas de estos, eran las  del común del Pueblo judío.

Jesús reprocha la incoherencia, entre lo que dicen y hacen, entre las palabras y las prácticas, y da ejemplos de sus actitudes. Hacer y cumplir lo que ellos digan, pero no imitarlos, esta es la advertencia que hace Jesús, los fariseos y letrados conocían muy bien la Ley, por eso dice que ocupan la catedra de Moisés, y eran observantes con el cumplimiento  de lo establecido  hacia los miembros de la comunidad, infligiéndoles cargas pesadas, que ellos mismos muchas veces no cumplían, o practicaban.

La hipocresía de los fariseos y letrados, era ser vistos y estimados ante la sociedad, por eso se esforzaban para ser distinguidos, alargaban los flecos de sus vestidos para significar que cumplían estrictamente con la Ley, les gustaba ocupar los lugares de privilegio,  ser saludados con los títulos de “Maestro, Padre, o Jefe”. Jesús recuerda que en la comunidad todos son hermanos, remarca la importancia de la fraternidad, y ante la hipocresía de los fariseos y letrados, propone el camino de la humildad, a través del servicio a los hermanos.

Nos preguntamos para profundizar en nuestra vida estas palabras de Salvación:

1. ¿La crítica de Jesús a los fariseos, sigue siendo actual? ¿Ocurre esto en mí comunidad eclesial? ¿Siento que parte de ella me involucra? ¿Cómo?
2. ¿Existe en mí, incoherencias entre lo que digo y creo, con lo que pienso y vivo? ¿Qué debería cambiar?
3. ¿En los lugares donde desarrollo mis actividades, me cuesta ceder los puestos de privilegio, o de poder? ¿Me ocurre tambien en mis actividades en la Iglesia?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero.

• Gracias Señor por enseñar el camino de la humildad.
• Señor que pueda ser un discípulo coherente, para que al anunciarte, mis hermanos crean.
• Hacemos un momento de silencio y reflexión para responder al Señor. Añadimos unas intenciones de oración.

Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del texto para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón:

«El mayor de ustedes que se haga servidor de los demás» (Versículo 11)

Y de esta forma nos ponemos en contemplación.

Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.

Mi agradecimiento por creer en Jesús, se manifiesta con llevar la alegría cristiana a los demás. Que los demás puedan conocer también a Cristo por mi alegría y testimonio de encuentro con Cristo.

Hno Ricardo Grzona, frp  y Cristian Buiani