El 77 % de la población mundial vive en países con altas o muy altas restricciones en materia de libertad religiosa
La persecución y la restricción en materia de libertad religiosa sigue siendo, en buena parte del mundo, una práctica no solamente tolerada, sino, en muchos casos, aconsejada tanto por individuos como por grupos sociales y por los gobiernos mismos.
Siguiendo con el reporte 2013 del Pew Research Center (PRC) sobre libertad religiosa en el mundo en 2013, resalta que el Medio Oriente, donde Cristianismo, Judaísmo e Islamismo nacieron, sigue siendo la región del mundo con los más altos niveles de restricción en materia de religión.
Siria y Egipto experimentaron, en 2013, muy altos niveles de restricción y hostilidad religiosa del gobierno y de grupos sociales. Israel, los territorios palestinos, Iraq y Arabia Saudí continuaron con restricciones en alguna de las dos categorías.
Más de tres cuartas partes de la población mundial, 77 por ciento del total de habitantes del planeta, viven en naciones con altas o muy altas restricciones religiosas de algún tipo, ya sean sociales o gubernamentales.
Esto se refleja en el hecho de que países con altas restricciones religiosas son los países más poblados del mundo.
Notoriamente, China posee muy altas restricciones gubernamentales en materia de religión, mientras que la India contempló muy altos niveles de hostilidad social que envolvía elementos religiosos en sus fronteras durante 2013. Ambos países dan cabida en sus territorios a más de mil millones de habitantes.
En gran cantidad de países, las restricciones religiosas van en contra de grupos minoritarios.
Pero esto no es una casualidad, puesto que en la mayor parte de los países cuyo objetivo en hostilizar a las minorías religiosas, también se presentan restricciones de carácter gubernamental para la práctica de la religión y para ejercer el derecho de la libertad de credo.
El PRC en su análisis del 2013 destaca que de 59 países en los que los gobiernos cargan en contra de las minorías religiosas, en 43 de ellos también se muestran niveles altos o muy altos de restricciones gubernamentales en materia de religión.