El Pontífice saluda a la curia y agradece al director de los ejercicios espirituales reconociendo que “no es fácil predicar a sacerdotes”
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El Papa Francisco ha recordado a los cristianos perseguidos en Siria, Irak y en el mundo, al final de la misa celebrada para concluir los ejercicios espirituales de Cuaresma este viernes 27 de febrero en Ariccia.
En la paz de una zona campestre a las afueras de Roma, Francisco ha manifestado su preocupación por la situación de los cristianos perseguidos, asesinados y torturados.
En relación con los perseguidos por la fe ha indicado en varias exhortaciones publicas que representan “una herida abierta en el corazón de la Iglesia”.
Precisamente, en pocas horas han llegado noticias de que alrededor de 350 cristianos han sido secuestrados por los milicianos del autoproclamado Estado Islámico (ISIS, siglas en inglés) y por lo menos 15 de ellos han sido asesinados mientras defendían un pueblo en al-Hassake, en el norte de Siria, según indicó Ayuda a la Iglesia Necesitada a Radio Vaticana.
“No es fácil predicar a sacerdotes”: agradecimiento al predicador
Por otro lado, el Pontífice que al final de la mañana ha regresado al Vaticano, ha dirigido unas palabras de despedida a la curia romana que lo acompañaba y al sacerdote italiano, Bruno Secondin, encargado de la predicación sobre las enseñanzas del profeta Elías.
“En nombre de todos, también del mío, deseo agradecer al padre el trabajo entre nosotros en los ejercicios. ¡No es fácil dar ejercicios a los sacerdotes! Somos algo complicados todos, pero usted ha logrado sembrar. Que el Señor haga crecer estas semillas que usted ha dado. Y deseo también, y deseo para todos, que podamos salir de aquí con un pedazo del manto de Elías en la mano y en el corazón. Gracias, padre”.