En sus siete siglos de vivencia, ha incrementado su patrimonio con una espléndida biblioteca y capillas musicales. Ha sido lugar de trabajo para muchos monjes a lo largo de los siglos, fruto de lo cual es su Scriptorium o Escribanía de libros miniados o “iluminados”, sus talleres de bordados, de orfebrería, sus reales hospitales, farmacia y sus obras artísticas. Guarda esculturas y pinturas de Juan de Flandes, Zurbarán, Goya, Juan Correa de Vivar, Nicolás Francés, Egas Cueman, Pedro de Mena y El Greco, entre otros.
Su variedad y diversidad de estilos arquitectónicos, entre los que destacan el templo, el claustro mudéjar y el templete, este último único en el mundo, refrendan su relevancia en épocas pasadas por su relación con los Reyes Católicos y la evangelización y conquista de América. Aludir también en sus proximidades a los conjuntos históricos-artísticos de la Judería, La Puebla, de los siglos XIV-XVI, el Colegio de Gramática, entre otros.
Por otro lado, cuenta con una hospedería para acoger a los peregrinos y a aquellos que quieran pasar días de silencio y reflexión entre sus piedras seculares.
En el Nuevo Mundo
Sin certeza plena, pero con raíz árabe, el nombre “Guadalupe” se descompondría en lengua arábiga en "Guad-al-upe", que significa "rio oculto”.
Al detentar un claro protagonismo entre los exploradores a América en los siglos XV y XVI, su advocación se encarnó en 1521 en Méjico cuando Juan Diego desplegó su manto con la imagen de la Virgen ante el obispo Zumárraga.
Se cree que en la aparición a Juan Bernardino, el tío enfermo de Juan Diego, Nuestra Señora usó el término azteca (nahuatl) de "coatlaxopeuh", el cual es pronunciado “quatlasupe” y suena muy parecido a la palabra en español Guadalupe. "Coa" significando serpiente, ·"la" el artículo "la", mientras "xopeuh" significa aplastar; con lo cual su traducción sería “la que aplasta la serpiente.”
Década a década la relevancia del santuario mejicano ha aumentado y son millones de peregrinos los que acuden a rezar a la Virgen desde cualquier lugar del mundo. Todo empezó en un pequeño pueblo del medio-oeste español, ahora con algo más de 2.000 habitantes: Guadalupe.