Jóvenes de Schonenstatt pasan una semana en un pueblo de España entre la acción social y el testimonio de fe
Me piden que resuma en breves palabras lo que ha significado para mí la Misión País… difícil propuesta, pero intentaré hacerlo lo mejor posible. Como dijo nuestra jefa de misiones del año pasado, Beatriz Cornejo, Misión País es un sueño, un proyecto, una idea descabellada que surgió hace ya doce años en Chile, en Portugal, en otros países, y que desde el año 2014 está en España.
Durante una semana, algunos jóvenes universitarios nos dedicamos a ir a un pueblo de España (dejando nuestros quehaceres y rutina) poniéndonos al servicio del párroco y su parroquia (el nuestro es Villanueva del Duque, en Córdoba) y ayudarle en todo lo que nos necesite.
Este año por ejemplo hemos colaborado en la residencia de ancianos, colegio, programa de radio, limpiando el campanario de la iglesia, organizamos un festival, partidos de fútbol con los jóvenes del pueblo y muchas actividades más, tanto lúdicas como religiosas (misas, vigilias, adoraciones…).
Llevar a Dios y a la Virgen Peregrina
Misión País no consiste solamente en hacer voluntariado durante unos días, es llevar a Dios y a la Virgen Peregrina (ya que Ella en realidad es la gran artífice de esta misión) a las personas, por lo que todas las actividades están unidas a lo religioso.
La más importante para mí, y de la que más disfruté, fue el puerta por puerta, que consiste en ir de casa en casa con la Virgen Peregrina, explicando quién es, qué hacemos en el pueblo e invitándoles a que recen con nosotros.
Pero sobre todo lo que más me gusta es escucharles sus historias, ver cómo se emocionan con la Mater, su religiosidad y no dejándonos marchar de sus casas, invitándonos con todo tipo de pasteles, meriendas,…
Villanueva del Duque se lució con nosotros, una vez más, y nos agasajó hasta decir basta, fueron unos dignos anfitriones. Todos los misioneros y yo les estaremos eternamente agradecidos por todo lo recibido.
¿Arde tu corazón?
Cada año, Misión País se inspira en una parte del Evangelio para formular el lema y toda la línea espiritual de la misión, siendo eso lo que queremos transmitir al pueblo al que vamos. Este año nos hemos centrado en el pasaje de los discípulos de Emaús, y el lema fue: ¿Arde tu corazón?
La explicación es la siguiente: cuando los discípulos van camino de Emaús, tristes y distantes, se encuentran con Jesús, que se les aparece y se une a ellos. Empiezan a hablar de todos los profetas y de todo lo que se decía de Él en las Antiguas Escrituras.
Al llegar a su destino, le invitan a quedarse a cenar con ellos, y es en la fracción del pan cuando por fin le reconocen y saben que es Cristo Resucitado, tal y como habían dicho los apóstoles. Se dan cuenta de cómo les ardía el corazón cuando estaban con Él caminando, y quieren que ese ardor no se quede en ellos, sino que saben que tienen que llevarlo a todo el mundo.
He visto a Dios en todas partes
Nosotros queremos ser como los discípulos de Emaús, queremos que nuestro corazón arda por el amor de Cristo, y que ese fuego no se quede en nosotros, sino que sepamos llevarlo a todas partes y con el ejemplo hacer que muchas personas conozcan a Dios y a María.
Personalmente, estas misiones han hecho que me explote el corazón, no sólo por todo lo entregado en Villanueva del Duque, sino porque he visto a Dios en todas partes, en los mínimos detalles, desde saltando y bailando en la plaza de la parroquia con todo el pueblo, hasta en la sonrisa de los ancianos de la residencia.
Como misión interna, ha sido una pasada ver cómo el grupo de las cuarenta y tres personas que participamos, se siente ahora como una familia.
Entre nosotros se han forjado unos vínculos muy fuertes que sólo el amor de Dios es capaz de entender. Como dijo un misionero, "