Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco ” con tanto entusiasmo y sin descanso ha llevado la causa hasta el final”
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La Iglesia en El Salvador reconoció y agradeció el domingo pasado el impulso que dieron a la beatificación del asesinado arzobispo Oscar Arnulfo Romero los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, pero en especial al actual pontífice Francisco al autorizarla.
"Queremos agradecer a los papas por haber impulsado la causa de monseñor Romero, a san Juan Pablo II, al papa Benedicto, y de modo especial al papa Francisco por su cariño, su admiración y su gran amor por monseñor Romero, pues con tanto entusiasmo y sin descanso ha llevado la causa hasta el final", dijo en conferencia de prensa el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas.
Sin palabras
El sucesor de monseñor Romero Galdámez en el arzobispado de San Salvador destacó el hecho de que, finalmente, el Papa Francisco autorizó el decreto con el que se reconoció el martirio de Romero y por ello, dijo: "no hay palabras para expresarle nuestra inmensa gratitud" pues "es una gracia tan grande para nuestra nación". Y para toda América Latina.
Lo cierto es que en El Salvador ya se han iniciado los procedimientos para la beatificación –quizá la canonización directa— de quien fuera considerado por una Comisión especial y ratificado por el Papa Francisco como "mártir" de la Iglesia, sin tener que demostrar que realizó algún milagro para llegar a la gloria de los altares.
Romero, llamado la "voz de los sin voz" por denunciar las violaciones de derechos humanos y la represión que sacudía a su país, fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un francotirador de los escuadrones de la muerte.
Una comisión creada por la ONU, tras el fin de la guerra civil salvadoreña (1980-1992), señaló como autor intelectual del asesinato al mayor del ejército Roberto d’Aubuisson, fundador de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), quien murió de cáncer en febrero de 1992.
¿Se cumplirá su sueño?
El domingo pasado, en las iglesias de todo el país se celebraron misas de acción de gracias por la declaratoria del martirio y beatificación de monseñor Romero. Por su parte, monseñor Escobar Alas agradeció a todos los que han colaborado en el proceso de beatificación de monseñor Romero. “Dios les recompensará", dijo.
Mientras tanto, la Conferencia Episcopal de El Salvador emitió un comunicado en el que señala que el decreto que reconoce el martirio de monseñor Romero en "odium fidei, es una declaración sumamente importante para nosotros, nos embarga una inmensa alegría, que nos hace en primer lugar dar infinitas gracias a Dios", pues monseñor Romero es un "mártir de la paz", "mártir de la reconciliación" quien podrá ya interceder por El Salvador, para que al fin su sueño de la paz y la reconciliación en el país se cumpla.
Cabe recordar que El Salvador es uno de los países más violentos de Centroamérica, después de Honduras y Guatemala, con un promedio diario de 11 homicidios.