Se quedó sin la ley pro-joven, perdió a un congresista y no le autorizaron viajar a cumbre presidencial
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No se sabe qué fue peor este lunes 26 para el presidente peruano Ollanta Humala. Si la renuncia de un congresista más de su partido que estaba disconforme; o el haber perdido la segunda votación para promulgar una ley laboral que queria favorecer a los jóvenes; o tal vez el no haber obtenido apoyo parlamentario para viajar a la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Costa Rica, y que empezó el martes 27 con cerca de 33 jefes de Estado y de gobierno.
Algunos analistas lo consideran un lunes fatal porque el gobierno apostó todo por la promulgación de esta ley pro-joven, habiendo convocado inclusive a una legislatura extraordinaria para agilizar las cosas, a sabiendas que los jóvenes saldrían a marchar por quinta vez ese mismo día.
No solo se quemaron los últimos cartuchos con esta convocatoria excepcional que tomó de sorpresa a varios legisladores, sino también por la cifra astronómica que se gastó en publicidad estatal para explicar por todos los medios las bondades de este proyecto de Ley hoy sepultado.
¿Falta una ley pro-joven?
Si bien este proyecto de ley estaba dirigido a favorecer a los jóvenes que empiezan su primer trabajo y de este modo reducir el desempleo y el subempleo en el país, lo que buscaba finalmente el gobierno (y es urgente) era disminuir la informalidad en la contratación de jóvenes, quienes casi en un 80% son tomados por las empresas bajo la filosofía del "joven barato".
No se les concede mayores derechos laborales a los jóvenes, es verdad. Pero ellos mismos, en calles y medios de comunicación insistían: "O todo o nada". Es decir, quieren trabajar amparados por todos los derechos laborales y no con dádivas o derechos recortados, según insistían sus voceros.
Al conocerse la derogatoria de la ley, tanto el presidente Humala como sus parlamentarios y ministros lamentaban no solo la batalla perdida, sino el hecho que la oposición no hubiera presentado una propuesta alternativa.
Y entre esta oposición habrá que contar desde ahora a un ex parlamentario renunciante, quien junto a seis congresistas de gobierno votaron a favor de la derogatoria. Es verdad que aunque varios sectores han aportado ideas al debate, no han convencido a la opinión pública ni a los jóvenes sobre la ruta que debe seguir esta reforma laboral.
Una sentida ausencia
Al empezar la sesión extraordinaria del lunes 26 convocada solamente para discutir la aprobación o derogatoria de la Ley “Pro-joven", la presidenta del Congreso puso en agenda de manera sorpresiva un pedido del Ejecutivo para que el Legislativo autorice la salida de presidente Humala al extranjero.
A la cita que empezaba este martes 27, convenía la presencia del primer mandatario toda vez que en la III Cumbre del CELAC en Costa Rica se vislumbran nuevos acuerdos bilaterales y multilaterales de gran provecho para el desarrollo del país.
Era de esperarse que los parlamentarios –todos crispados por el tema urgente que los reunía–, iniciaran un debate previo para insistir en que el presidente de la República no podía viajar en una coyuntura así, lo que para algunos asemejaba hasta una evasión de sus responsabilidades.
Bastaron cuatro o cinco intervenciones para tomarle el pulso a la situación, lo que llevó al Ejecutivo a retirar el pedido y archivarlo.
Mientras la oposición y algunos columnistas de medios de comunicación relevantes piden la renovación del gabinete por lo débil que ha quedado el gobierno, la ciudadanía le viene quitando aprobación de manera paulatina al presidente Humala, a la vez que le pide mayores resultados socio-económicos en el corto plazo.
