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Tito pasó de ser pagano a enérgico colaborador de san Pablo. Se conocieron en Antioquía. San Pablo lo llama: su ayuda preciosa, su “hijo querido según la fe”, su amadísimo hermano.
Tito acompañó a san Pablo en su tercer viaje: Asia Menor, Macedonia, Acaya, Jerusalén.
Luego sería nombrado obispo de Creta.
Timoteo, por su parte, era de Listra. Su familia –judía- acoge a san Pablo y los tres –madre, abuela e hijo- se convierten.
Él acompaña a san Pablo en sus viajes por Asia y Grecia y es dócil y fiel. Le cuida tras diversos castigos, le hace de secretario y le atiende en la ancianidad: "No hay hombre que esté tan unido a mí de corazón y de espíritu", dice san Pablo.
San Timoteo será nombrado obispo de Éfeso.
San Pablo escribió cartas a Timoteo y a Tito que forman parte del Nuevo Testamento y están llenas de excelentes recomendaciones para la formación de pastores y fieles.
Ellos fueron grandes hombres que, siguiendo el ejemplo de Pablo de Tarso, quisieron convertir almas al catolicismo. Es por ello que dejamos una pequeña oración para pedir por su intercesión en este día, para que nos den aquellas virtudes que les hicieron llegar al cielo.
Oración a Timoteo y Tito
Oh, Dios, que hiciste brillar con virtudes apostólicas a los santos Timoteo y Tito, concédenos, por su intercesión, que, viviendo en este mundo con piedad y justicia, merezcamos llegar a la patria celestial. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.