Supuestas milicias cristianas secuestran a un sacerdote y una cooperante
Una cooperadora francesa y un religioso Centroafricano de la Congregación del Espíritu Santo (C.S.Sp.), fueron secuestrados en la mañana del lunes 19 de enero en Bangui, mientras estaban a bordo de un vehículo que transportaba medicinas.
Se trata de Claudia Criste y Gustave Reosse, que fueron interceptados en una carretera. Según el testimonio del padre Elkana Ndawatcha que recoge Fides, los guerrilleros bloquearon la carretera, hicieron bajar al sacerdote y después de despojarle de sus propiedades personales tomaron el vehículo y se alejaron en dirección de la zona de Chico-Rabe, llevandose con ellos a Claudia y a Gustave.
Los secuestradores están vinculados al líder de la “milicia anti-Balada (anti-machete) Rodrigue Ngaibona. Se trata de un grupo que se opone a los antiguos rebeldes Seleka y que, desde algunos sectores se les ha mal denominado como milicias cristianas.
No se trata de milicias cristianas y este secuestro lo confirma. “Se trata de un grupo de personas de autodefensa que fueron traumáticamente machacados, pisoteados, robados e incluso víctimas de asesinatos por parte los Seleka desde hace más de un año”, ha afirmado monseñor Juan José Aguirre, obispo de Bangassou en varias ocasiones.
“De ninguna manera podemos decir que los Anti-balaka es un grupo cristiano. Los Anti-balaka están formados por gente muy variada y terriblemente exaltada, entre ellos los que nosotros llamamos ‘los desheredados’: bandidos, ex presos, delincuentes, criminales… que se han integrado en este grupo y se están extendiendo como una plaga de langostas por toda la RCA matando musulmanes”, ha afirmado el obispo de Bangassou.
En más de una ocasión se ha intentado hacer ver que el conflicto de República Centro Africana se trata de un conflicto interreligioso. No obstante esto no es así. Definir a los Anti-Balaka como un grupo de milicias cristianas contra los Seleka es un reduccionismo falso.
Los Anti-Balaka, si bien es cierto que se vuelven contra todo lo que “huela a musulmán”, no lo hacen como milicia cristiana, sino fruto del odio y del rencor suscitado por las matanzas de los Seleka.
En los últimos meses los Anti-Balaka han cortado cabezas y gargantas, acuchillando niños o linchando a gente que tiene la mala suerte de caerse de un coche después de un control. El secuestro de estos dos cooperantes debe inscribirse dentro de esta espiral de odio y violencia.