La campaña de este año del Movimiento de Vida Cristiana, muy pendiente de los afectados por la violencia
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“La Navidad revela el inmenso amor de Dios por la humanidad. De ahí deriva también el entusiasmo, la esperanza de nosotros los cristianos, que en nuestra pobreza sabemos que somos amados, visitados, acompañados por Dios; y miramos al mundo y la historia como el lugar donde caminar con Él y entre nosotros, hacia los cielos nuevos y la tierra nueva”, fueron las palabras del Papa Francisco al inicio de este año en el contexto de la Navidad.
Estas palabras llenas de hondura expresan en su sencillez el sentido de las campañas que centenares de jóvenes colombianos han emprendido en este Tiempo de Adviento, preparando el camino para la llegada del Señor.
Desde noviembre, jóvenes de Bogotá, Medellín, Cali y San Jacinto se han venido capacitando con entusiasmo y esperanza para acercar el amor de Dios que visita a los más débiles, a los más necesitados. Han vivido con alegría este tiempo de preparar su corazón para ser instrumentos eficaces de la ternura de Dios que en el Niño de Belén se acerca a todas las personas.
Al respecto Soledad Rada, miembro de la Fraternidad Mariana de la Reconciliación dijo: “Navidad es Jesús” es una ocasión de vivir el servicio y el amor hacia los demás, desde las cosas más sencillas como el trabajo previo de organización hasta el mayor esfuerzo durante las campañas. Pero es sobre todo un encuentro con lo esencial de la Navidad, que es el Nacimiento del Niño Jesús y es muy especial poder decirle a todas esas personas que Dios se ha hecho Niño por amor a nosotros, transmitir eso hace que todo valga la pena”.
¡Navidad es…
Jesús! Es la arenga típica que se pronuncia constantemente en las visitas navideñas que organizan estos jóvenes. Y es que lo que buscan es transmitir el verdadero sentido de la Navidad a niños, jóvenes y ancianos.
La Campaña “Navidad es Jesús” es organizada por el Movimiento de Vida Cristiana (MVC) y surge en Lima, Perú. La mayoría de sus voluntarios pertenecen a esta Asociación Internacional de Fieles de Derecho Pontificio. Desde sus inicios la intención ha sido revalorizar el auténtico sentido de esta fiesta: la celebración del Nacimiento del Niño Jesús, que se hizo hombre para nuestra Reconciliación. Asimismo, busca promover un espíritu solidario y generoso con nuestros hermanos que más sufren.
En Bogotá el encargado de las Misiones, Raimundo Langevin, miembro del Sodalicio de Vida Cristiana, comparte que estas campañas “funcionan gracias a la generosidad y buena disposición de jóvenes escolares y universitarios, quienes donan una semana de sus vacaciones para ayudar a los más necesitados”.
Saliendo a las periferias
Este año muchos de los jóvenes voluntarios han decidido salir a las periferias geográficas. En San Jacinto, pueblo al norte del Departamento de Bolívar, Krismary García, universitaria de 21 años, cuenta que han escogido la población de dos corregimientos: Patio Grande y el Bongal, que “han sufrido mucho por el conflicto armado de la guerrilla y paramilitarismo. En este lugar muchas personas fueron desplazadas por la violencia quedando en el olvido”.
“Navidad es Jesús” es pues una ocasión de llevarles esperanza a estos niños y sus familias, y de acercarles el amor de Dios que no los ha olvidado. “Lo mejor de todo es que tengo la certeza de que ha sido Dios quien me ha puesto aquí para poder llevarle sonrisas a esos niños”, termina diciendo Krismary.
En la Región Andina de Colombia se encuentra ubicado Tolima, los misioneros de Bogotá han querido emprender el viaje a este otro departamento con la ilusión de llevar la alegría de la Navidad a los pobladores de Fresno. “Se trata de un municipio muy afectado por la presencia de las guerrillas en la década de los 90´s. Ahí viven cerca de 30 mil personas a las que buscamos llevar un mensaje: anunciar en medio de tantos vaivenes de fin de año que el centro y la fuente de la alegría de este tiempo tiene un nombre y un rostro: Jesús, Dios hecho niño”,
dijo Raimundo.
Preparando el corazón para el Nacimiento del Niño Dios
Si bien es cierto el objetivo de la campaña es ayudar a que los beneficiados comprendan el verdadero sentido de la Navidad, es difícil que los voluntarios que animados asisten a las campañas no tengan un encuentro con Dios. “Para mi Navidad es Jesús es una forma concreta de ponerme al servicio de personas que abren su corazón para de una forma sencilla recibir al Niño Jesús en su corazón y volver la mirada a lo esencial. Además una oportunidad única para vivir la Navidad y ensanchar mi propio corazón”, compartió Ana María Salazar, médica y voluntaria en Medellín.
El espíritu de Adviento permite comprender que preparar el corazón es indispensable y la mejor manera es ejercitándonos en el amor. Estos jóvenes han comprendido que esta forma de amar en la exigencia no sólo les responde al corazón sino, que deja semillas en la vida de los niños y ancianos con los que comparten el día.
“Es inevitable conmoverme al ver a tantos jóvenes valientes que quieren dejar una huella en la sociedad por medio del anuncio del Evangelio, pero más alegría me da ser testigo de la acción efectiva del amor de Dios al entrar a cada casa, hablar, rezar, escuchar y compartir con esas personas que están deseosas de recibir la alegre noticia de que Navidad es Jesús, porque es algo que se queda en lo profundo de su corazón, es tan gratificante que ellos no lo olvidan”, concluyó Raimundo.