He descubierto que cuando rezamos por un proyecto o una persona, ocurren cosas maravillosas
Me han llamado ingenuo por mi fe. Y yo respondo: “Gracias a Dios lo soy”. Tal vez esta ingenuidad me ha permitido ver con los ojos del alma, lo que mis ojos nunca verán. Esta falta de malicia me permite creer en las personas, en la bondad que yace en su interior.
Quiero ser de Dios. No me importa si me dicen ingenuo, tonto, bicho raro…
Todo lo que busco es agradar a Dios, tenerlo contento con mis actos y pensamientos. Por eso escribo. Es mi forma de agradecer tanta bondad, decirle a Dios: “Gracias por ser mi Padre”. Esta palabra: “Gracias”, puedes escucharla como un eco en cada uno de mis libros.
Narro mis vivencias y las de muchos lectores que las comparten conmigo y me dicen: “Publica lo que me ocurrió con Dios”.
Dios es la fuente de mis alegrías, de mi esperanza. Y me encanta escribir sobre Él y lo que hace cada día en mi vida.
Este año lo dediqué a encontrarme con Dios y lo pasé de lo mejor. No dejé de escribir. Inicio el 2015 con 74 libros. Tengo muchas esperanzas en esta nueva colección. Podrás ver los libros en esta página: www.tuslibroscatolicos.com
Como a ti, les he pedido a algunos amigos alrededor del mundo que recen para que podamos llevar adelante este proyecto y que el buen Dios toque los corazones de nuestros lectores.
He descubierto que cuando rezamos por un proyecto o una persona, ocurren cosas maravillosas. Lo aprendí en carne propia.
Dios espera mucho de nosotros. ¿Por qué lo cuento? Te compartiré algo hermoso que me ha pasado.
Un día en misa, en la iglesia de Guadalupe, durante la consagración, hice algo que me ha nacido del alma. Le ofrecí esta colección de libros a la Virgen de Guadalupe. La he depositado en sus manos. La obra será de ella.
Mirando a Jesús, cuando el sacerdote lo elevaba en sus manos, le dije: “¿Te gusta que se lo ofrezca a tu Madre?”. Me pareció que desde aquella hostia santa me sonreía. Y justo llego a casa, después de la misa, abro el correo y leo sorprendido estas palabras de un sacerdote amigo. ¡Qué bueno es Dios!
Querido Claudio:
Siempre es una alegría tener noticias tuyas… ¡y tan buenas noticias! Que Dios te siga bendiciendo en tu apostolado y nunca pienses que lo que haces no es importante en el plan de Dios.
De alguna manera la Divina Providencia ha dispuesto que también nosotros participemos en su plan de salvación. Esto fue muy claro en las palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego: "tú ve y haz lo que esté de tu parte" (Nican Mopohua 37). Y fíjate lo que con su necesaria y pequeña parte se logró!
Tú haz lo mismo…tu parte… Finalmente la obra es de Ella.
Muchos saludos a la familia. y muchas felicidades por tu apostolado!
Dios te bendiga.