Hermanos, estas enfermedades y tentaciones son naturalmente un peligro para todo cristiano y para toda curia, comunidad, congregación, parroquia, movimiento eclesial…etc. y pueden afectar tanto a nivel individual como comunitario.
- El sentirse “inmortal”, “inmune” o “indispensable”
- El“martalismo” (de Marta), la laboriosidad excesiva
- La petrificación mental y espiritual
- La excesiva planificación y el funcionalismo
- La mala coordinación
- El Alzheimer espiritual
- La rivalidad y la vanagloria
- La esquizofrenia existencial
- La charlatanería, al murmuraciones y los juicios
- La divinización de los jefes
- La indiferencia hacia los demás
- La cara fúnebre
- El acumular
- Los círculos cerrados
- El beneficio mundano, los exhibicionismos