La pregunta ahora es: ¿se quedará aquí el diálogo o seguirá avanzando?
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La pregunta es, ahora, si la apertura de relaciones diplomáticas se habrá de quedar, solamente en eso: en intercambio de rehenes y en suavizar las condiciones de salida de ciudadanos cubanos hacia Estados Unidos, o va a ir más allá, y tocará temas de derechos humanos, apertura de inversiones, y comercio bilateral.
. El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano John Boehner, cree que las medidas de apertura hacia Cuba del presidente Obama forman parte de "una serie de concesiones sin sentido a una dictadura que maltrata a su gente y conspira con los enemigos" del país.
¿Y en Cuba? No ha habido información al respecto, pero el ala dura del Partido Comunista, seguramente se pronunciará de igual forma, advirtiendo de los peligros que puede traer a Cuba negociar con el “demonio”, como solía llamar Hugo Chávez al presidente de Estados Unidos (en ese entonces George W. Bush).
Sin embargo, esta intermediación –como es obvio—no toca aspecto ideológicos ni comerciales. Se ha plegado al tema humanitario, con el telón de fondo de la pobreza en Cuba y de la necesidad de aspirar, en el continente que vio nacer a Jorge Mario Bergoglio, a una “patria grande”, como dijo el propio Papa Francisco en la Misa conmemorativa de la Virgen de Guadalupe el pasado 12 de diciembre en San Pedro.
Si bien es cierto que funcionarios del Departamento del Tesoro de Estados Unidos han dicho que las sanciones financieras contra Cuba serán modificadas "en las próximas semanas" y que la Casa Blanca dijo que los ciudadanos y las compañías de su país podrán aplicar para conseguir licencias para hacer negocios con cubanos que vivan fuera de la isla, y que le permitirá a la gente participar de conferencias relacionadas con Cuba fuera de la nación caribeña, también lo es que las inercias generadas por todos estos años de violencia verbal, comercial y política (sin descartar la violencia militar y de operaciones encubiertas) han dejado una gran cantidad de odios en el camino.