La visita del Papa prevista para el próximo mes de enero está siendo instrumentalizada por el régimen, en plena campaña electoral
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Algunos católicos de Sri Lanka consideran poco oportuna la visita del Papa Francisco a su país, prevista para los días 13, 14 y 15 de enero, por la instrumentalización que está realizando de ella el régimen autoritario de Colombo en su actual campaña electoral, y el miedo a disturbios tras las elecciones.
“Con la bendición de Su Santidad, serás nuestro presidente una vez más”, proclaman los carteles propagandísticos del presidente Mahinda Rajapaksa, ilustrados con una fotografía de su pasada visita al Vaticano junto al Papa Francisco (como el que se ve en la fotografía de esta noticia).
Una de las personas que se ha expresado públicamente en este sentido–con el riesgo que ello conlleva- es el católico cingalés Ruki Fernando, militante defensor de los derechos humanos, que ha escrito una carta abierta, de la que se hace eco la agencia Eglises d’Asie.
“El miedo a la violencia electoral es omnipresente –escribe-: empezó con la muerte de un político de la oposición, abatido sólo unas pocas horas después del anuncio de la fecha de las elecciones”.
Fernando denuncia “los abusos de poder y la corrupción generalizada de los funcionarios del Estado” y teme “ver surgir, en los días siguientes a las elecciones, olas de violencia masiva y de represalias contra militantes de la oposición”, como ocurrió en las últimas elecciones presidenciales de 2010.
Es probable que los resultados de las elecciones, avanzadas dos años, se anuncien oficialmente la tarde del 9 de enero o al día siguiente por la mañana. Para Ruki Fernando, la visita papal puede perjudicar a la oposición.
“Unos días después de unas elecciones presidenciales no es un buen momento”, escribe; “no había ninguna urgencia para organizar una visita papal o beatificar a Joseph Vaz”.
La Santa Sede prosigue con normalidad la preparación del viaje del Papa a Asia, que incluye una visita a Filipinas tras la de Sri Lanka.