Las medidas económicas decretadas han hecho que la propia Iglesia católica se encuentre ahora en serios problemas económicos
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Las diferencias entre la Iglesia católica de Bolivia y el recientemente reelecto presidente Evo Morales parecen profundizarse a medida que el controvertido líder latinoamericano se afianza en el poder por otro período constitucional al frente de los destinos de Bolivia.
Las medidas económicas decretadas por el presidente Morales han hecho que la propia Iglesia católica de una de las arquidiócesis más importantes de Bolivia, Santa Cruz, se encuentre ahora en serios problemas económicos.
Por ello, se ha visto obligada a meter la mano en el de por sí exiguo canasto de las limosnas que dan los fieles durante las misas, para pagar a sus empleados un segundo aguinaldo que el presidente Morales decretó como obligatorio para los asalariados del país.
Solidaridad y apoyo
El arzobispo de Santa Cruz, en el oriente de Bolivia, monseñor Sergio Gualberti, llamó a los fieles a manifestar su solidaridad en la colecta dominical para pagar el aguinaldo y ayudar a las obras sociales de la Iglesia. Normalmente el aguinaldo se paga una sola vez, al final del año, como una prestación de ley para los trabajadores.
Pero en esta ocasión, fortalecido por su holgado triunfo electoral que los convierte en el presidente más longevo en el poder del Cono Sur, Evo Morales hizo obligatorio un segundo aguinaldo, lo cual ha dejado a instituciones y organizaciones en un serio problema.
Si bien las colectas celebradas el pasado domingo en Santa Cruz, en alrededor de 75 parroquias, fue generosa, según funcionarios de la curia arquidiocesana, la colecta no va a alcanzar para pagar un segundo aguinaldo.
Cabe resaltar que la Iglesia católica en el territorio de la arquidiócesis de Santa Cruz, mantiene 30 hogares de niños abandonados y 100 obras sociales desde escuelas, comedores populares, centros para madres adolescentes y hospitales para enfermos terminales. Todos ellos sostenidos con recursos de los fieles que ahora podrían irse al gasto corriente.
Quédese usted con los pobres
Los obispos bolivianos han señalado en muchas ocasiones que carecen de fondos para pagar un segundo aguinaldo en diciembre que equivale a un salario mensual y pidieron al gobierno que se haga cargo de las tres mil 895 obras sociales que mantienen en el país.
El ministro de Trabajo del gobierno de Evo Morales, Daniel Santalla, aconsejó hace poco a los obispos dejar de lado "gastos suntuarios" para cumplir la obligación. Estos respondieron que los gastos suntuarios los hace el gobierno “con la compra de aviones y autos blindados”.
Hasta 2013 se pagaba un solo aguinaldo por Navidad al margen del salario de diciembre a todos los trabajadores. Morales decretó un segundo porque dijo que la economía boliviana “es solvente”. Para la Iglesia representará un duro cuesta arriba, pero quienes más han protestado son los empresarios del país sudamericano, que no tenían previsiones financiera para enfrentar esta medida gubernamental.