Es cada vez mayor el trabajo de las diócesis en la contención de los “chicos y chicas que han caído”. “Señales preocupantes” por el accionar mafioso.
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Días atrás el corresponsal del diario La Nación en la ciudad de Rosario fue amenazado tras publicar una serie de reportajes denunciando el accionar de las bandas narcos en la provincia de Santa Fe. Se trata de la ciudad que tuvo el índice de criminalidad más alto del país durante 2013. Las amenazas recibidas por Germán de los Santos, ampliamente condenadas por distintas organizaciones, confirman la impunidad de la que gozan ciertos grupos delictivos.
“Si hay mayor consumo hay mayor venta, y por lo tanto mayor actividad mafiosa”, explicó en una entrevista a Radio Mitre el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano. Se trata “señales preocupantes”, para el Obispo de Gualeguaychú.
“En otras sociedades como la mexicana (el narcotráfico) se ha ido metiendo de a poco y una vez que quisieron erradicarlo se dieron cuenta del baño de sangre que esto implicaba y su dificultad”, se explayó el Obispo.
Un año atrás, en un contundente documento en el que denunciaban el avance de las drogas y el narcotráfico, los obispos argentinos sacaron a la luz un tema que, pese a estar en la mesa política, como reconocen, no deja de avanzar.
En aquella ocasión (http://www.aleteia.org/es/religion/noticias/droga-los-obispos-argentinos-afirman-que-es-una-emergencia-nacional-12844003), denunciaban: “si la dirigencia política y social no toma medidas urgentes costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar estas mafias”.
“Nunca estamos conformes plenamente, pero no podemos negar que el tema se instaló”, reconoció al término de la Asamblea Plenaria del Episcopado su presidente monseñor José María Arancedo, Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz. “Está en la mesa política. Pero notamos que falta mucho. Que la droga avanza, deja secuelas, mata, va destruyendo lazos, familias, comunidades…”, continuó el prelado. Y pese a que están siguiendo, y tratando el tema, admite, “sabemos que nos supera”.
Sobre el trabajo de la Iglesia acompañando este drama explicó que “en todas las diócesis se está trabajando mucho en drogadependencia, en hacer tanto prevención como ayudar a aquellos chicos y chicas que han caído, y se están multiplicando los lugares para eso”. Pero no compete sólo a la Iglesia avanzar contra este, como recuerda, “delito”. Se trata de una preocupación que compete a toda la sociedad, y recordó que los Obispos hablan del narcotráfico como delito. “Y el delito es delito, tiene que ser penado. Y en ese sentido nos preocupa el tema”, aseveró.