Consecuencia del batacazo electoral de los demócratas del 4 de noviembre
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Empujado por la derrota electoral del pasado 4 de noviembre, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su gabinete más próximo –comandado por el vicepresidente Joe Biden– están comenzando a tomar medidas que durante mucho tiempo han permanecido en la congeladora legislativa, sobre todo por la oposición de los republicanos a una reforma integral en materia migratoria.
Por lo pronto, Biden anunció ayer en Washington que Estados Unidos permitirá a partir de diciembre de 2014 que menores de 21 años, solteros, que vivan en los países del “Triángulo Norte” de Centroamérica, es decir, Guatemala, El Salvador y Honduras, puedan solicitar el estatus de refugiados desde sus países para poder internarse de manera segura en la Unión Americana, si le es concedido en cada caso dicho estatus.
Amenazados por la pobreza y la violencia
Esta es una medida realmente importante para muchas niñas, niños y jóvenes menores de 21 años que en estos tres países del norte de Centroamérica están siendo asediados y amenazados de muerte por las pandillas o maras que operan en la región, así como por las bandas del crimen organizado, especialmente las bandas de trata de personas y, por supuesto, de narcotraficantes.
Se trata, pues, de un esfuerzo de Washington por reducir la oleada clandestina de niños a su frontera con México que el pasado año fiscal que concluyó en septiembre de 2014, se registraran hasta 70 mil detenciones de menores de edad, la mayoría procedentes de los países del “Triángulo Norte” y de México.
“El programa estará abierto a menores de 21 años y solteros, de cualquiera de esos tres países”, dijo Biden, quien junto con los tres mandatarios de los países centroamericanos –Salvador Sánchez Cerén de El Salvador; Otto Pérez Molina de Guatemala y Juan Orlando Hernández, de Honduras– relanzaron en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington, la "Alianza para la Prosperidad en el Triángulo Norte", un plan de desarrollo y seguridad en la región que se ha venido perfilando, justamente, a raíz de la “crisis humanitaria” de los menores de edad que quieren cruzar la frontera e internarse hacia Estados Unidos, unos huyendo de la violencia, otros en busca de sus familiares.
El camino correcto, según Biden
Según el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, el programa anunciado apenas ayer viernes 14 de noviembre, "le dará a los solicitantes de asilo un camino correcto para venir a nuestro país en vez de cruzar la frontera ilegalmente". Cabe señalar que solamente los menores que cumplan con las condiciones de edad, soltería y, con al menos un padre viviendo legalmente en Estados Unidos, provenientes de Guatemala, El Salvador y Honduras, se beneficiarán de esta iniciativa. El padre o la madre del menor serán los que deberán iniciar el procedimiento para traer a su hijo a la Unión Americana.
Los menores hondureños, guatemaltecos y salvadoreños que sean requeridos dentro de este programa, deberán pasar por un estricto proceso de exámenes y entrevistas en su país antes de que las autoridades migratorias determinen si cumplen con los requisitos para el asilo y pueden reunirse con su familia en Estados Unidos. Según el documento oficial de lineamientos, el programa estará enfocado en "ciertos menores vulnerables o en riesgo" y estará fuera del alcance de los 11.7 millones de inmigrantes que viven clandestinamente en Estados Unidos.
Los menores que no cumplan los requisitos de refugiados aún podrían solicitar un permiso para vivir temporalmente en Estados Unidos, sin oportunidad de obtener la legalización.