​Sor Cristina: “Liberad vuestro sí y seguid a Cristo”

Sor Cristina, la monja cantante ganadora de la última edición del concurso televisivo La Voz Italia habla para Aleteia de su éxito internacional y su activa evangelización a través de la música: "No soy yo la que ha querido sino que es toda la comunidad la que está haciendo esto para dar testimonio de Cristo, afirma en la siguiente entrevista exclusiva.

Sor Cristina revela de dónde recibe su fuerza y anima a los jóvenes a seguir a Cristo, "el hombre fidelísimo por excelencia", en esta entrevista realizada en París, en la víspera de la publicación de su primer álbum. 

¿Esta fuerza que trasladas mientras cantas dónde la encuentras? ¿En Dios, en tus hermanas?

Mi fuerza me viene de lo alto ¡me fío de Él! Hay una canción del disco que dice “la fuerza de gravedad viene de lo alto”. También de mis hermanas, porque Dios se sirve de las personas para llevar la propia fuerza a quien la necesita.

Y también de mi encuentro con las familias y padres de los niños a los que doy catequesis. La fuerza la obtengo de mi relación cotidiana con Jesús. Y de este clima de familia es del que obtengo mi fuerza, que doy cantando.

¿Cómo convenciste a la madre superiora para participar en un concurso televisivo?

No la convencí. Escribí una canción por diversión y participé en el Good News Festival, organizado por la pastoral juvenil de Roma y gané. El video de Youtube llegó a la redacción de The Voice que contactó con mis superioras.

Mis superioras me presentaron esta posibilidad. Durante ese tiempo el Papa nos invitaba a “salir a las periferias”. Y mi superiora se preguntó si no podía ser que el Señor nos estuviese llamando a eso, y recibimos la petición de la redacción como una llamada a salir.

No fui yo la que eligió, sino que la comunidad y mis superioras decidieron mandarme. Por esto, con mayor motivo digo: “No soy yo la que ha querido sino que es toda la comunidad la que está haciendo esto para dar testimonio de Cristo”.

¿Qué le diríass a nuestros amigos de Aleteia?

Estamos yendo hacia el Año de la Vida Consagrada. Yo tengo una responsabilidad: muchas veces se cree que la de los consagrados es una vida triste, pero no es así lo que yo he recibido de Él.

Y por eso lo que quiero decirles a los jóvenes es: liberad vuestro sí y seguid a Cristo porque Él es el hombre fidelísimo por excelencia ¡y ama con un amor infinito!