Estaba junto con otras seis víctimas en una fosa clandestina
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México se ha convertido en un país lleno de fosas clandestinas donde el crimen organizado, en ocasiones en contubernio con la policía, como en el caso de los muchachos estudiantes de magisterio en Ayotzinapa.
Más aún el Estado de Guerrero donde la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos el pasado 26 de septiembre, tras un enfrentamiento con la policía en Iguala ha llevado a descubrir varias fosas clandestinas conteniendo restos de cadáveres.
En una de ellas fue descubierto el cadáver del sacerdote de Uganda John Ssenyondo quien estaba reportado como desaparecido desde el pasado mes de abril. El padre John como lo conocían los fieles de la zona de Chilapa, por el rumbo, justamente, de Ayotzinapa, fue identificado entre restos hallados en las últimas semanas en fosas clandestinas de Guerrero, según lo ha confirmado la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, en la cual estaba incardinado.
El padre John había llegado en el 2008 a México para integrarse al trabajo pastoral de una región tan empobrecida como ésta. "Estaba en una de las fosas donde encontraron seis cuerpos acá por Chilapa. Se encontró un cráneo que tenía las características del padre", dijo una integrante de la diócesis que prefirió el anonimato.
La identificación del sacerdote ugandés se logró con la colaboración de su odontólogo, debido a que el sacerdote se estaba realizando un trabajo bucal y el dentista tenía en su poder sus placas dentales, dijo la fuente de la diócesis. Agregó que el padre fue llevado por unos hombres armados poco después de haberse negado a bautizar a un niño de la sierra, presuntamente hijo de un delincuente o porque los padrinos no estaban casados.
Hasta el momento, 39 cuerpos han sido encontrados en fosas durante la búsqueda de los estudiantes y ha salido a la luz que las montañas de Guerrero están llenas de entierros ilegales