En el Índice de 2013 publicado por Transparencia Internacional, España alcanza la puntuación más baja de los últimos 15 años
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El último Índice de la Percepción de la Corrupción (2013)publicado por la organización Transparencia Internacional muestra que España ha empeorado al alcanzar la puntuación más baja en los últimos 15 años, pasando de 65 puntos en 2012 a 59 el año pasado, con una caída de 6 puntos.
Cabe resaltar que el Índice de la Percepción de la Corrupción (IPC) se basa en una escala de 0 (percepción de altos niveles de corrupción) a 100 (percepción de muy bajos niveles de corrupción).
Además, este descenso en la puntuación le ha supuesto a España caer 10 puestos en el ranking internacional de percepción de la corrupción y pasar del puesto 30 al 40 entre 177 países en tan solo un año.
Entre los principales países del entorno en la lista de la Unión Europea, sólo Italia (puesto 69 y 43 puntos) está peor que España.
Los primeros puestos en el índice mundial son para Dinamarca y Nueva Zelanda (ambas en el puesto 1 y 91 puntos), Finlandia y Suecia (puesto 3 y 89 puntos), y Noruega y Singapur (puesto 5 y 86 puntos), según el listado elaborado por Transparencia Internacional.
En los últimos puestos están Afganistán, Corea del Norte y Somalia, todos ellos en la posición 175 y con tan solo 8 puntos, seguidos de Sudán (posición 174 y 11 puntos), Sudán Sur (173 y 14), y Libia (172 y 15).
"Abuso de poder, acuerdos clandestinos y soborno"
Transparencia Internacional advierte de que "el abuso de poder, los acuerdos clandestinos y el soborno continúan devastando a las sociedades en todo el mundo".
El Índice de Percepción de la Corrupción "se basa en la opinión de expertos sobre la corrupción en el sector público. Las puntuaciones de los países pueden ser positivas cuando existe un amplio acceso a sistemas de información y normas que regulan el desempeño de quienes ocupan cargos públicos", añade el informe.
Mientras tanto, "la falta de rendición de cuentas en el sector público, sumada a instituciones públicas poco eficaces son factores que deterioran estas percepciones", denuncia.
El estudio también destaca que "más de dos tercios de los 177 países incluidos en el índice de 2013 han obtenido una puntuación inferior a 50".
"Los países en el extremo superior del índice muestran claramente que la transparencia contribuye a la rendición de cuentas y puede frenar la corrupción", afirmaba en la presentación del minforme Huguette Labelle, presidenta de Transparency International.
"No obstante, estos países de mejor desempeño se enfrentan a desafíos en aspectos como captura del Estado, financiación de campañas electorales y la supervisión de grandes contratos públicos, que continúan representando importantes riesgos de corrupción”, agregaba.
"Indignación generalizada"
En cuanto a la posición de España, el estudio aclara que el descenso experimentado en el último año "viene a romper la evolución mostrada por España en los últimos años en el IPC, ya que venía experimentando unas puntuaciones relativamente estables".
Y sigue: "en 2009 obtuvo una puntuación de 6´1 sobre 10, en 2010 también 6´1 sobre 10, en 2011: 6´2 sobre 10, y en 2012: 65 sobre 100, mientras que en esta última edición ha pasado a tener la puntuación más baja en los últimos quince años, no alcanzando los 60 puntos (ó 6 sobre 10); es una puntuación similar a la del año 1997 (año en el que se inició la mejora en los datos de percepción de corrupción tras la creación de la Fiscalía Anticorrupción y el cambio de Gobierno, con las promesas de regeneración democrática)".
Transparencia Internacional considera que "las razones de este descenso son muy complejas; por una parte, parece que los sistemas de control se han mostrado más eficaces y han aflorado muchos casos
; por otra parte, las denuncias de los medios de comunicación y el relevante eco social y atención prestada a los casos ahora aflorados han influido intensamente en la percepción ciudadana, generando un estado de indignación generalizado, máxime en un año donde los efectos de la crisis económica y los recortes sociales han sido tan duros para la inmensa mayoría de los habitantes de España".
"Finalmente, aunque el enfriamiento de la economía, especialmente en el sector urbanístico, permite pensar que los casos de corrupción se han reducido en ese ámbito, la lentitud de las sanciones penales, la baja intensidad de las penas en casos de corrupción relevante, la expansión de los escándalos a las instituciones clave del Estado, y la sensación de impunidad explican bien la percepción de que se ha perdido una década en la lucha contra la corrupción en España", destaca.
Por otra parte, concluye que "el Gobierno no parece decidido a afrontar seriamente el problema. En manos del ejecutivo está cambiar esta tendencia".
Más de 1.900 imputados
En ese sentido, cabe recordar que una radiografía de la corrupción en España nos muestra que actualmente hay más de 1.900 personas imputadas en causas abiertas por corrupción y al menos 170 han sido condenadas por este tipo de delitos en la última legislatura, según informa Europa Press.
A pesar de ello, la mayoría de estos condenados no están en prisión, ya sea porque se les impuso una pena de cárcel que no les obligaba a ingresar, porque únicamente fueron inhabilitados o multados o porque aún tienen recursos pendientes.
Entre los imputados y condenados hay personas que han ocupado cargos en partidos políticos o en la Administración Pública -a todos los niveles- y también empresarios, abogados, sindicalistas y familiares de todos ellos, principalmente por corrupción urbanística, fraude fiscal y contratación irregular tanto de personal como de empresas.
Artículo publicado originalmente por Forum Libertas