Días atrás concluyó el XVIII Encuentro de las Cáritas de América Latina y del Caribe, el cual dejó algunas pistas de acción "en clave de discipulado y misión", como explica a Aleteia el médico Roberto Tarazona, asistente de la Oficina de Asesoría Pastoral de Cáritas del Perú, presente junto a la delegación peruana en el evento desarrollado en Antioquia, Colombia.
Durante el diálogo sostenido con el también miembro del Pontificio Consejo "Cor Unum", nos detalló que el encuentro tuvo una clave de Discipulado, "porque nos sabemos y sentimos que caminamos, con la ayuda del Espíritu Santo, tras Jesucristo y con Jesucristo, como Iglesia que peregrina hacia la gran Pascua del encuentro con nuestro Dios".
Por otro lado, los participantes de ese gran organismo continental -continuó-, "somos discípulos de la caridad de Jesucristo, llamados a dar testimonio público de la providencia y misericordia de Dios por cada una de las personas, sobre todo los más pobres y excluidos".
"Nuestra presencia socio pastoral es un rebose de gratitud y agradecimiento, una respuesta fiel al amor primero de Dios", concluyó Tarazona, quien comparte sus labores como esposo y padre de cinco hijos con su ministerio de Diácono permanente de la Diócesis del Callao al oeste de Lima.
Planes para la caridad
Los participantes, quienes escucharon sendos mensajes del papa Francisco y del cardenal hondureño Óscar Rodríguez, presidente de Caritas Internationalis, clarificaron conceptos como los del santo padre quien les recordó: “Cáritas es la institución del amor de la Iglesia, es la caricia de la Madre Iglesia a sus hijos, es la ternura, la cercanía, el amor”.
Esta semana de trabajo, reflexión y revisión de lo ejecutado en los planes locales y continentales, fue iluminado también con un mensaje del cardenal Rodríguez Maradiaga, quien los invitó a "salir de cualquier situación de instalarnos en la comodidad y buscar siempre nuevos caminos para llegar a las periferias, ahí donde Cáritas es la única presencia ante los marginados y descartables de una sociedad que idolatra el dinero y el egoísmo".
Invocó también a desplegar todos los esfuerzos para cumplir "con creatividad y entusiasmo" con una de las Metas del Milenio, como es eliminar el hambre en el mundo. "¡No es imposible!", los exhortó.
Hay que recordar que Cáritas a nivel mundial ha promovido durante el último año la campaña “Una sola familia humana, alimentos para todos”, querida y promovida por Francisco papa.
Una toma de posición
Los 180 delegados al evento continental de Cáritas América Latina y el Caribe -entre obispos, presbíteros, religiosos y laicos, también de Europa y Norteamérica-, dejaron un mensaje a la sociedad latinoamericana y mundial, cuyos ejes centrales se fijaron en desplegar mayores esfuerzos por mejorar la calidad de vida de los hijos de la Patria Grande, contribuyendo también a reducir la pobreza con acciones concretas de promoción humana y de evangelización.
Fijaron su mirada en situaciones reales como la violencia, la corrupción, la falta de oportunidades, la migracion y las amenazas a la democracia y al medio ambiente, haciendo énfasis en los ataques contra la vida en todas sus manifestaciones.
Conscientes de que hay señales que dan esperanza al trabajo comprometido de los agentes de la caridad en todo el continente americano, los asistentes al evento clausurado el pasado 24 de octubre dejaron pautas para los siguientes años en temas como “la promoción y defensa del bien común, los derechos humanos y el cuidado de la creación”.
La cumbre social se reafirmó finalmente en la promoción de “escenarios de diálogo permanente con las comunidades, a través de un fortalecimiento de los diálogos interregional, intersectorial, intergeneracional, intercultural e interreligioso, para activar y fortalecer en red nuestra acción transformadora desde la fe”, precisa la Declaración final, la cual puede leerse íntegra aquí.