La profanación tuvo lugar en Olavarría, tranquila localidad del interior de la provincia de Buenos Aires. Para recibir al Obispo en la Misa de desagravio, la comunidad recuperó en un día.En horas de la madrugada del sábado, el templo de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en la ciudad bonaerense de Olavarría, sufrió un inesperado ataque anónimo. Vándalos arrojaron bancos, imágenes, confesionarios, e incendiaron el altar. Pese a esto, gracias a la colaboración de los vecinos, a la tarde del domingo el Obispo pudo celebrar la Misa de desagravio en el mismo templo.
El Obispo de Azul, monseñor Hugo Salaberry sj, agradeció los esfuerzos: “Estoy sumamente agradecido a la comunidad que hizo que la parroquia luzca como si nada hubiera pasado”. Refiriéndose a los ataques, el Obispo expresó: “Evidentemente para algunas personas no llega el testimonio de lo que hacemos. Hay personas para las que no somos nadie. No llega lo que decimos y menos lo que hacemos”.
Vidrios, imágenes caídas, bancos y confesionarios dañados, daban cuenta de un desolador panorama. Pero rápidamente, la comunidad escolar y familias, con la colaboración del ejército, como informó el diario local online Infoeme (http://www.infoeme.com.ar/), lograron recomponer el templo que, como informó este medio, lució colmado de fieles en la Misa de desagravio, concelebrada por numerosos sacerdotes.
En declaraciones al diario El Popular, monseñor Salaberry, agregó: “Me interesa llegar al fondo de la cuestión, por lo menos para poder decir no lo hagas más”.
La parroquia Nuestra Señora de la Fátima es una de las seis parroquias de Olavarría, localidad ubicada en plena provincia de Buenos Aires, cuya población se dedica principalmente al campo y al trabajo en una de las plantas cementeras más importantes del país. El pintoresco pueblo tiene un breve recorrido turístico, que normalmente es completado con visitas a la pequeña Hinojo y a Azul, conocidos también por sus monasterios trapenses para mujeres y varones.
Este tipo de barbaries, se pensaba, eran más propias de localidades urbanas. El más resonante de los ataques a templos en Buenos Aires fue el ocurrido en el histórico templo de San Ignacio, en pleno centro porteño, durante la madrugada de 2013. Recientemente, la Cámara Federal confirmó el procesamiento sin prisión preventiva a cinco alumnos del colegio Nacional Buenos Aires, ubicado en las cercanías del templo, por “daño agravado”.