En Carolina del Norte, la nueva ley estatal obliga a celebrar matrimonios entre homosexuales. El juez y pastor Gilbert Breedlove rechazó la norma: “Era mi única opción. Toda la Biblia enseña que el matrimonio es entre un hombre y una mujer”.
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Un juez de 57 años renunció a su cargo en Carolina del Norte. Gilbert Breedlove, que también es un pastor ordenado, trabajó como juez para el Condado de Swain. Entre sus funciones de juez realizaba casamientos. Sin embargo, debido a la nueva ley estatal, se vio obligado a celebrar matrimonios homosexuales a partir de este mes. Como esto iba en contra de su fe, decidió abandonar su función.
“Era mi única opción… toda la Biblia enseña que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. Cualquier otro tipo de actividad sexual se define como fornicación, no matrimonio”, dijo Breedlove a la prensa.
Todavía él no tenía la edad suficiente para jubilarse, sin embargo, renunció a su principal fuente de ingresos para vivir ahora con un sueldo ofrecido por su iglesia mucho más bajo. Él entiende claramente las consecuencias de su decisión, pero sabe que está haciendo lo correcto porque Dios es más importante en su vida.
Su deseo es que su ejemplo anime a otros jueces a ponerse de pie. Él no está solo. John Kallam Jr., juez del Condado de Rockingham, también presentó su renuncia por motivos de su fe cristiana.
Kallam dijo que celebrar matrimonios homosexuales sería “profanar la santa institución establecida por Dios”. Cerca de 400 cristianos se reunieron frente a la corte donde él trabajó para mostrarle su apoyo.
Un juez en el condado de Pasquotank, que no quiso ser identificado, informó a la prensa que después de negarse a casar dos hombres, recibió una notificación del gobierno estatal que, “bajo la nueva ley, si usted insiste en su postura será despedido”.
Artículo originalmente publicado por Valores Religiosos