Encuentro Mundial de Movimientos Populares: Los marginados ”deben ser protagonistas de sus propias vidas y no receptores pasivos de la caridad o los planes de otros”
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Juan Grabosi, invitado al Vaticano a participar en la organización del Encuentro Mundial de Movimientos Populares que se celebrará del 27 al 29 de octubre de 2014 en Roma, conoció al Papa Francisco cuando éste era arzobispo de Buenos Aires y explicó a la prensa que este evento para trabajar por los excluidos “no es nada raro, que nadie busque interpretaciones ideológicas: es la doctrina social de la iglesia”.
“El hecho de que tantos luchadores y luchadoras sociales nos podamos reunir aquí es una alegría sin precedentes, es un abrazo que nos da Francisco y que nos fortalece para seguir adelante en nuestra convicción activa de que un mundo mejor es posible” añadió el líder católico.
Bergoglio en las Villas con los cartoneros
Grabrois, miembro del Comité Organizador del encuentro, destinado principalmente a las organizaciones de los excluidos del planeta, recuerda al entonces arzobispo de Buenos Aires que “aparecía en una villa para encontrarse con los más humildes después de viajar horas en colectivo, o por las noches bajaba del metro para darle la bendición a un grupo de cartoneros en un oscuro rincón” de la capital Argentina.
“Jorge Bergoglio nos acompañó durante años en el proceso de organización de los cartoneros, campesinos, vendedores ambulantes, artesanos, costureros y fábricas recuperadas, los herederos de la crisis que trajo el capitalismo neoliberal”, contó el responsable de la Confederación de los Trabajadores de Economía Popular en Argentina esta mañana en la conferencia de presentación del evento, que está organizado por el Pontificio Consejo Justicia y Paz, en colaboración con la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales y con los dirigentes de los diversos movimientos sociales de los cinco continentes.
Papa Francisco es el mismo de antes
“Hoy esa misma persona – continuó – gracias a Dios, es pastor de todos los católicos y una referencia moral para las personas de buena voluntad alrededor del mundo”, dijo en su intervención en el acto, acompañado por el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, presidente de Justicia y Paz, y el arzobispo Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales.
“Francisco, a diferencia de muchos que cuando acceden a puestos de relevancia se marean por las alturas, no dejó las convicciones en la puerta del Vaticano, no dejó de querernos y soportarnos aunque tal vez desentonamos en algunos ambientes, no dejó de considerar la posición como una responsabilidad, como un servicio y no como privilegio…”, sostuvo Grabois.
Objetivos del Encuentro
”Entre los objetivos del encuentro están -explicó Grabois- compartir el pensamiento social de Francisco, debatir las causas de la creciente desigualdad social y el aumento de la exclusión en todo el mundo, reflexionar sobre las experiencias organizativas de los movimientos populares en la resolución de las problemáticas de tierra, vivienda y trabajo, evaluar cuál es el rol de los movimientos en los procesos de construcción de la paz y en el cuidado del ambiente, particularmente en las regiones afectadas por conflictos bélicos o por disputas sobre los recursos naturales, discutir la relación de los Movimientos Populares con la Iglesia, y cómo avanzar en la creación de una instancia de articulación y colaboración permanente’’.
El encuentro se cerrará con dos actos que Grabois espera tengan gran relieve: la publicación de una declaración final con el mayor consenso posible y con la constitución de un Consejo de Movimientos Populares que trabaje en la formulación de instancias de articulación a nivel global.
“Francisco hoy nos convoca nuevamente – aseguró el líder social argentino- ya desde una perspectiva universal, a los pobres y a los pueblos pobres
, organizados en miles de movimientos populares, para que demos la batalla – sin soberbia pero con coraje, sin violencia paro con tenacidad, sin resentimientos pero con un sentido profundo de amor al prójimo, sobre todo al más débil – para que demos batalla por esa dignidad que nos robaron y por la justicia social… ideales cada vez más lejanos en un mundo empachado de indiferencia, crueldad e inequidad”.
¿Quienes participan?
Se trata principalmente de movimientos representativos de tres sectores excluidos: “(a) los trabajadores precarizados, migrantes, temporales, desempleados” […] (b) los campesinos, los sin tierra, los pueblos originarios y las personas en riesgo de ser expulsadas del campo a causa de la especulación agrícola y la violencia; (c) las personas, muchas de ellas migrantes y desplazados, que viven en los suburbios y asentamientos informales, marginados, olvidados, sin infraestructura urbana adecuada”, aseguró Grabois.
Además participan organizaciones sindicales, sociales, benéficas y de derechos humanos y agentes pastorales.
Escuchar el grupo de justicia de los excluidos
Por su parte el cardenal Turkson aseveró que es esencial el mundo y para la Iglesia ”escuchar el grito de justicia” de los pobres pero no sólo por cuanto respecta a sus sufrimientos sino también a sus expectativas, esperanzas y propuestas. Los marginados, confirmó, ”deben ser protagonistas de sus propias vidas y no receptores pasivos de la caridad o los planes de otros”.
Por último, señaló a los excluidos como los que “deben protagonizar los cambios económicos, sociales, políticos y culturales que son tan necesarios…La Iglesia quiere hacer suyas las necesidades y aspiraciones de los movimientos populares y unirse a quienes, con diversas iniciativas, están haciendo cuanto está en sus manos para impulsar el cambio social hacia un mundo más justo”, afirmó.