“Los cristianos deberíamos ser expertos en comunicación”

La entrevisto virtualmente, aunque la conozco personalmente. Es una religiosa de Pureza de María. Filóloga, perioista, arrolladora, muy activa y muy contemplativa. Tiene su página web, sus perfiles en Twitter y en Facebook. Es una presencia obligada en los foros en los que se discute de Iglesia y mundo digital. Llega a decir cosas como estas: “Internet como un lugar habitado donde si desconectamos, perdemos un vínculo importante con una gran parte de la humanidad”.
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– ¿Qué hace una monja en Internet?, le habrán preguntado más de una vez. ¿Su respuesta?

Si las monjas no estamos, ¿quién estará? Los cristianos deberíamos ser todos expertos en comunicación. Tenemos la misión de anunciar una Palabra que se hizo Vida y tuvo Rostro: Jesús de Nazareth. En Twitter todo el mundo comunica aquello que le preocupa y ocupa. Las monjas debemos comunicar la experiencia de nuestra felicidad, pero también necesitamos -quizás como nadie- escuchar y aprender qué viven, qué sienten, qué mueve y qué sufren las gentes de nuestro tiempo.

– Algunos católicos piensan que estar en las redes sociales es algo superficial, que desgasta, lleva tiempo y es sólo autobombo. ¿Qué decirles?

El peligro del autobombo existe en todas partes. En eso todos debemos cuidarnos en cualquier ámbito que llevemos adelante nuestra misión. Jesús dijo bien claro: "Id hasta los confines del mundo". Las periferias hoy no están solo entre los pobres materiales, también lo son nuestros hermanos y hermanas carentes de sentido, que viven en búsqueda o que ni siquiera se plantean nada acerca de su vida. Si eso es "perder el tiempo", entonces ¿quién acompañará a estos hermanos? Hoy, principalmente, tan presentes en este Continente Digital. Si desgasta y lleva tiempo es porque nos entregamos, porque merecen el regalo de nuestra vida entregada. Pero por otra parte, como en todo, hay que saber cuidarse a uno mismo, no descuidar aquello que nos llena, porque si nos vaciamos ¿qué podremos dar? 

– El Papa Francisco anima la presencia de cristianos en la red, y él mismo se pone en juego. Justo el otro día hizo una videoconferencia Hangout. ¿Debería ser un estímulo para tantos líderes pastorales que no hacen uso de las nuevas posibilidades digitales?

¡Por supuesto! Siempre digo que si san Pablo viviera hoy… ¿qué no haría al servicio del Evangelio? Necesitamos formarnos para utilizar tantos medios que hoy tenemos a nuestro alcance (encima gratuitos) y que nos "obligan" a evangelizar con premura este nuevo mundo del Continente Digital. Igual que invertimos tiempo y dinero en otro tipo e medios pastorales, también es nuestra responsabilidad aprender a estar en la Red, no como quien posee toda la verdad, sino con humildad y sencillez, aportando aquello que gratuitamente hemos recibido.

– Estar siempre conectados significa ser más solidarios, más preocupados por el otro, ¿o es una distracción indolora que no nos interpela?

Como en todo, necesitamos entregarnos con equilibrio, sin descuidar nuestros tiempos de oración y enriquecimiento comunitario presencial. Pero hoy nadie discute lo indispensable que se ha vuelto la electricidad. Si un día un rayo nos deja sin Internet, mucha de nuestra actividad habitual se para, quizás ha llegado el momento de entender Internet como hoy entendemos la electricidad. Incluso más allá: Internet como un lugar habitado donde si desconectamos, perdemos un vínculo importante con una gran parte de la humanidad, de nuestra solidaridad y preocupación por los demás.