La reacción contra el Estado Islámico que empezó en Irak se ha extendido a Siria. Una gran coalición internacional liderada por Estados Unidos trata de erradicar este grave problema para la seguridad mundial. Por su parte, el grupo radical amenaza con acciones terroristas de represalia generalizadas. La cuestión ha centrado parte esencial de la actividad de las delegaciones reunidas en Nueva York durante la reunión anual de la Asamblea General de la ONU. La toma de conciencia de la gravedad de este desafío indica que se está en una nueva fase en la lucha contra este tipo de terrorismo.
1. Una coalición internacional contra una amenaza global
El 14 de septiembre de 2014, a iniciativa de Estados Unidos, se reunió en París una Conferencia Internacional con delegados de 30 países con el objetivo de combatir por “todos los medios necesarios” la amenaza del Estado Islámico (EI). Un pacto al que se han ido sumando otros veinte países. Un desafío no sólo para Irak y Siria sino para el conjunto de la comunidad internacional.
Tanto para el presidente de Francia François Hollande como para el iraquí Fuad Masum, se había hecho necesario un paso inmediato a la acción.
Estaban presentes numerosos desafíos estratégicos en un área muy sensible, sin olvidar el terrible padecimiento de la población civil en ambos países. Muy especialmente el de las minorías étnicas y religiosas, perseguidas con extrema violencia.
En apoyo al despliegue diplomático del secretario de Estado estadounidense John Kerry, Hollande enfatizó que si la amenaza era global, la “respuesta debe ser global”.
Desde agosto, la ayuda al gobierno de Bagdad y a la entidad autónoma kurda de Erbil ha ido llegando de forma paulatina. Los ataques aéreos estadounidenses, y luego de otros países como Francia, Reino Unido o Bélgica, han aliviado la presión del EI, cuyo avance en Irak era sostenido desde comienzos de 2014.
El ataque a posiciones del EI en Siria supone un cambio significativo en la situación regional. Estados Unidos, que no atacó al régimen de Al Assad al solucionarse la cuestión de las armas químicas, impulsa ahora esta campaña sólo contra el EI, no contra el conjunto de la oposición siria. Durante este verano se ha hecho patente la convicción de que era necesario extirpar de raíz este órdago lanzado por el EI.
Diez países árabes apoyan la coalición, incluyendo a Arabia Saudí. Pese al feroz antichiísmo del EI, Irán recela de la influencia occidental y el mantenimiento de su privilegiada alianza con la gran potencia suní.
Desde el 22 de septiembre, complementan a EE. UU. en la campaña en territorio sirio fuerzas saudíes, de Emiratos Árabes Unidos, Catar, Bahrein y Jordania.
Las iniciativas internacionales persiguen mermar su capacidad financiera y combatir su agresiva estrategia de reclutamiento.
Gracias al control de numerosos recursos petrolíferos, los terroristas están consiguiendo una gran capacidad para sostener el esfuerzo bélico y propagandístico, con métodos que no excluyen el robo, el secuestro y la extorsión en las zonas bajo su control.
No está probada la ayuda directa de otros países a este grupo, pero reciben donaciones no controladas por cauces regulares mediante el sistema de halawa, es decir, un trasvase sin rastros administrativos ni informáticos.
En Alemania, las autoridades han prohibido, no sólo al EI, sino también la exhibición de sus símbolos. La propaganda y la búsqueda de financiación quedan por tanto fuera de la ley en este país.
En su discurso a la Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente Obama llamó a “combatir el cáncer” de este extremismo.
Una amenaza que exige una reacción contundente pero que no ceda a la tentación de una espiral de violencia incontrolable.
2. Venganza y terror contra los “cruzados”
El EI ha amenazado inmediatamente con acciones de represalia explícitas contra los integrantes de la coalición antiterrorista. Unas acciones terroristas por todo el mundo a las que invitan a todos los musulmanes comprometidos con su causa. El objetivo es causar muerte y dolor como venganza por el hostigamiento que sufren.
En un comunicado del portavoz del EI, Abu Muhammad Adnani, se insta a atacar a las fuerzas militares y de seguridad sin reparar en la crueldad de los métodos.
Hay una consciente utilización de términos religiosos, como “cruzados” o “guerra infiel”, que se une a los descalificativos: “vengativos, sucios o traidores”. La manipulación de la fe para legitimar la crueldad e intereses espurios debe ser rechazada rotundamente, como hizo el Papa Francisco en su reciente visita a Albania.
La retórica agresiva del EI, en la que se presentan como hijos libres de una causa, combatientes invictos destinados a una victoria segura, refleja dos elementos. De un lado, el daño infligido por la reacción internacional. De otro, una voluntad decidida para elevar lo que en el terrorismo de esta naturaleza era un horizonte mesiánico: la construcción inmediata de un califato mundial.
Una guerra que insisten en calificar de defensiva, buscando infligir el máximo daño posible contra los soldados y los intereses económicos enemigos, utilizando el miedo como recurso propagandístico.
Entre las medidas adoptadas para luchar contra este fenómeno, el Reino Unido estudia la posibilidad de retirar la nacionalidad a los combatientes reclutados en su suelo. En Estados Unidos se ha elevado el nivel de alerta, en particular en ciudades como Nueva York y las Vegas, ante posibles actos de individuos solitarios que realizaran artefactos caseros, algo muy difícil de detectar.
En España, ha sorprendido que el jefe de una nutrida célula detenida en Melilla tuviera un hermano ex militar combatiente del EI. En Francia ha conmocionado la brutal ejecución de Hervé Gourdel, rehén galo detenido por un grupo argelino, filial del EI.
Los líderes de las comunidades musulmanas europeas han respondido condenando estos hechos y señalando la necesidad de desvincular en la opinión pública la asociación entre radicalismo e Islam.
3. El EI: al-Qaeda 2.0
En la reunión anual de la Asamblea General de la ONU, este tema ha ocupado un lugar clave de la agenda internacional. Algo que implica variables mundiales y nacionales. Por ejemplo, la delicada situación turca, dado que el EI retiene secuestrados a muchos trabajadores de esta nacionalidad.
La administración Obama ha impulsado resoluciones del Consejo de Seguridad para que esta amenaza sea combatida, no sólo en una reacción inmediata por la presente crisis, sino en un esfuerzo sostenido frente a los violentos. Sin que el antiterrorismo cope toda la política exterior, pero sin ahorrar esfuerzos colectivos eficaces contra el fanatismo.
En este sentido, el rey Felipe VI reafirmó el compromiso de España en el mantenimiento de la paz y su repudio de “una barbarie intolerable, una violencia atroz” que va más allá de un conflicto localizado y es “amenaza para todas las sociedades del planeta”.
La resolución 2178 del Consejo de Seguridad busca paliar el riesgo de un retorno de los combatientes de las zonas de conflicto para engrosar el terrorismo en occidente. Insta a cambios legislativos para perseguir a los que vayan a combatir en el exterior, captados por los fanáticos.
Por iniciativa de EE. UU., se aprobó el texto que cuenta con el apoyo político de 104 Estados miembros.
Se calculan en unos 15.000 los desplazados desde todo el mundo a Siria en el transcurso de la guerra civil actual.
Se trata de criminalizar comportamientos violentos, adoctrinamiento, financiación, reclutamiento y cualquier otro destinado a fortalecer a estos entramados criminales. En palabras del premier Cameron, desvincular EI de Islam y proporcionar una alternativa a los jóvenes, derrotando la “venenosa ideología del extremismo”.
Se busca fortalecer el utillaje jurídico nacional y multilateral necesario para abordar un problema tan grave y dinámico, donde las soluciones deben adaptarse a las nuevas formas de amenaza.
En estos meses, los informes de prensa y de las ONG’s sobre violación de los derechos humanos por parte del EI en Siria (Raqqa) o Irak (Mosul) han sido demoledores.
En agosto, eso impulsó la Declaración 2170 del Consejo de Seguridad para proteger la integridad territorial siria e iraquí. En ella se condenaban “sus constantes y múltiples actos criminales”.
Recordaba que el terrorismo nunca “puede ni debe asociarse a ninguna religión, nacionalidad o civilización”. Sobre todo para perpetrar deplorables ataques contra civiles indefensos por razones discriminatorias injustificables. En la resolución queda patente la continuidad, directa o indirecta, con al Qaeda, lo que remite a condenas y sanciones previas ya consolidadas en la jurisprudencia internacional.
Las acciones militares, diplomáticas y políticas contra el EI de septiembre certifican la gravedad de esta amenaza y la necesidad de un consenso global para atajarla. Tanto en la prevención y lucha antiterrorista, como en la complejísima y ansiada paz en Oriente Próximo.
REFERENCIAS:
ACIPRENSA: “Estado Islámico: ‘Conquistaremos su Roma, romperemos sus cruces y esclavizaremos a sus mujeres”, Aciprensa, Noticias, 22-IX-2014, disponible en: https://www.aciprensa.com/noticias/estado-islamico-conquistaremos-su-roma-romperemos-sus-cruces-y-esclavizaremos-a-sus-mujeres-42324/
CASA REAL: “Palabras de S. M. el Rey en la Asamblea General de Naciones Unidas”, 24-IX-2014 en www.casareal.es
CORPAS, M. A.: El Estado Islámico: una mutación de al-Qaeda” en Aleteia.org, 13-IX-2014, http://www.aleteia.org/es/sociedad/noticias/el-estado-islmico-una-mutacion-de-al-qaeda-5849998398849024
HUBBARD, B. & BARNARD, A.: “Clashing goals in Syiria Strikes Bedevil Obama” en The New York Times, 25-IX-2014, en
ONU: “Amenazas a la paz y seguridad internacionales causadas por actos terroristas. Resolución 2178 (2014)” Documentos, ONU, 24-IX-2014 en www.un.org/es
ONU: “Amenazas a la paz y seguridad internacionales causadas por actos terroristas. Resolución 2170 (2014)”, Documentos, ONU, 15-VIII-2014 en www.un.org/es
Hoy celebramos a...