Del cóctel químico a la desilusión y al “amor verdadero”
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
El Catecismo de la Iglesia Católica dice que el amor lleva a la pareja a tener un solo corazón y una sola alma (CIC #1643 – 1645). Pero este amor no se construye de un día para otro ni es estático. En el matrimonio la pareja pasa por varias etapas que son necesarias para el crecimiento emocional, espiritual y en general para la madurez y desarrollo de la persona y su relación de pareja.
Generalmente la relación de pareja se inicia con la atracción que experimentan un hombre y una mujer. Dicha atracción va acompañada de una gran fascinación y enorme goce de la otra persona.
La fuerza de estas sensaciones es descrita también como un “high químico” o “cóctel químico” y es causado por una poderosa descarga hormonal que invade el torrente sanguíneo de los enamorados y les hace experimentar una gran necesidad y placer con su pareja.
Sin embargo, la habilidad del cuerpo de producir este coctel hormonal suele ir disminuyendo y puede desaparecer entre los 18 y 24 meses de relación (Ver Kelly Simpson M.A, Matrimonio Activo y mejores prácticas de Psicología en http://www.activerelationships.com/spanishcurricula.php#MAMP).
¿Cuánto tiempo tiene su relación? Un buen número de parejas se casan al año y medio o dos años de haber iniciado su noviazgo. Por eso es común que los recién casados inicien su vida en común bajo el efecto del coctel químico y las esperanzas “rosa” propias del romance.
Todo parece perfecto y sentimos que todo lo podemos por el ser amado. Por eso esta etapa se conoce también como “luna de miel”.
Pero es también el momento en que se inician los ajustes a la vida en común, lo cual trae cambios a la relación: el coctel químico comienza a disiparse dejándonos ver mejor los defectos de la otra persona, la convivencia diaria descubre detalles de la persona que comienzan a molestar, el ritmo de la vida cambia y algunas parejas comienzan incluso a cuestionar su decisión de haberse casado con esa persona.
Esto no es motivo para alarmarse. Están entrando a la segunda etapa emocional del matrimonio a la que vamos a llamar “Etapa de la Desilusión”.
En una relación comprometida, como es el matrimonio, la pareja comprende que el amor, más que una sensación, es una decisión amorosa por la persona. Muchos sueños románticos deben dar paso a aceptar la realidad del otro tal cual es.
Esto implica por tanto diálogo y ajustes que permitan respetar las necesidades y características de cada persona, al tiempo que se conserva y mejora la relación matrimonial.
Mediante este proceso de diálogo-aceptación, la pareja entra a la tercera etapa del matrimonio, la “etapa del amor verdadero”.La espiritualidad con la cual se enriquezca la pareja y la manera de ver al ser amado son decisivos para el éxito de la relación matrimonial a través de estos procesos de cambio.
Durante el matrimonio, las parejas pasan varias veces por las diferentes etapas emocionales. A veces tendrán etapas muy románticas, y en otras, las desilusiones y los problemas los retarán y tendrán que trabajar para resolver sus problemas, perdonarse los errores y reconciliarse.
La habilidad para usar las herramientas para la solución de conflictos les será de gran utilidad. Pero con el tiempo, podrán experimentar que su amor crece y su actitud será de fidelidad y de mayor compromiso.
Así lo hacen Juan y Martha. Ellos, se levantan todos los días y desde cuando se dan los buenos días hacen la decisión consciente (libre del coctel químico) de amarse y trabajar para entender su situación matrimonial y dedicarse a ofrecer lo mejor de sí a la persona amada.
Van a tener momentos difíciles. No siempre van a estar de acuerdo. Juan o Martha van a hacer cosas que les lastimen. La familia va a crecer, y con ello vendrán muchos momentos gratificantes pero también desvelos, apuros económicos y tiempos en que el uno o el otro van a querer salir corriendo.
Pero Juan y Martha se aman. Se casaron para toda la vida y por lo tanto trabajarán en su relación y harán una decisión consciente de amarse y respetarse hasta que la muerte los separe.
Por Alicia Isabel Pérez-Nuño