B’nai B’rith Argentina expresó su pesar porque “nuestras hermanas y hermanos cristianos enfrenten amenazas, discriminación y ataques”.
La B´nai B´rith Argentina, rama de la organización judía internacional de servicios a la Comunidad más antigua del mundo, expresó su solidaridad con los cristianos perseguidos en distintas partes del mundo. En un comunicado que lleva la firma del presidente de la entidad Mario Wilhem y de su director de Diálogo Interconfesional, Boris Kalnicki, expresa su “preocupación, empatía y solidaridad con los cristianos que sufren el maltrato y las persecuciones en muchas regiones del mundo”.
“Como comunidad que ha conocido el sufrimiento y las injusticias a lo largo de su historia, sentimos profundamente que nuestras hermanas y hermanos cristianos enfrenten amenazas, discriminación y ataques. Ningún inocente, mujer, hombre o niño tendría que vivir con miedo, avergonzado o abatido por sus creencias”, sostiene.
El comunicado continúa expresando que "desde 1843 B’nai B’rith Internacional trabaja en más de 50 países por sus objetivos humanitarios al servicio de todas las personas sin ningún tipo de discriminación”, por lo que, como la organización comunitaria judía más antigua, “hoy se acerca de manera específica a los cristianos en todo el mundo con su apoyo fraternal”.
B’nai B’rith, que tiene una larga trayectoria colaborativa con la Iglesia en Buenos Aires, afirma que “valores esenciales y raíces comunes vinculan a cristianos y judíos. Por ello nos dedicamos a cultivar la especial y destacada relación entre nuestras comunidades”. “Este vínculo de respeto mutuo y de reconocimiento del otro”, afirman, “puede servir como inspiración a personas y dirigentes de todo el mundo”. Asimismo, al finalizar el comunicado, se compromete a trabajar y a rezar por los cristianos perseguidos.
Mutuo respeto y “corazón tendido”
El agradecimiento y la solidaridad de B’nai B’rith se enmarca en una tradicional colaboración entre la religión judía y la Iglesia en la Argentina. Iniciada e impulsada desde la Iglesia, entre otros, por los cardenales Quarraccino y Mejía, y continuada por el cardenal Bergoglio, tuvo como fruto distintas iniciativas y actividades.
Con el apoyo de Bergoglio, B´nai B´rith realizó la conmemoración de la Noche de los Cristales Rotos en distintas iglesias de la Arquidiócesis de Buenos Aires, entre ellas, en dos ocasiones, la Catedral. El cardenal Bergoglio, en dos ocasiones, tuvo a su cargo las reflexiones durante ese recuerdo de la noche entre el 9 y el 10 de noviembre de 1938 en la que el régimen nazi avanzó masivamente sobre los judíos en Alemania. Y acompañó, además, las celebraciones de la Pascua Judía con mensajes de fraternidad. La organización, ha dicho tras su designación como Papa que reconocen en Francisco a “un amigo de los judíos, un hombre consustanciado con el diálogo y comprometido en el encuentro fraterno”.
La solidaridad de la B´nai B´rith, lejos de ser un formalismo, emerge como un fruto más de años de trabajo conjunto impulsado por algunos de los nombres ya mencionados en este artículo, y otros que desde la religión judía han trabajado para romper prejuicios. Entre ellos se destaca el rabino argentino León Klenicki, quien recibió de manos de Benedicto XVI la orden de San Gregorio el Grande. Tras su fallecimiento en 2009, el cardenal Bergoglio lo definió como “un hombre de transformaciones revolucionarias: transformó el diálogo en camino, sublimó la política de los pequeños pasos en profecías y supo hacer de la actitud de la mano tendida la grandeza del corazón abierto y el corazón tendido”.
Desde esta óptica, y en este marco, la fraternal declaración de solidaridad por la persecución de cristianos de parte de la B´nai B´rith confirma que, como dijo en aquella ocasión Bergoglio tras la muerte de Klenicki, “vimos frutos, y los veremos más todavía”.