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El número de personas que pasan hambre en el mundo ha descendido en 100 millones en la última década, pero aún 850 millones – 1 de cada 9 – no tienen suficiente para comer. Lo dice "El Estado de la inseguridad alimentaria en el mundo", el informe elaborado por la Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU (FAO), por el Programa Alimentario Mundial (PAM) y por el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD), presentado recién en Roma (Il Sussidiario.net, 16 septiembre).
El objetivo más ambicioso de reducir en 2015, el número absoluto de hambrientos se ha alcanzado en 25 países, pero no en todo el mundo, según el informe.
Dice Avvenire (16 septiembre) que la implicación de los gobiernos en mejorar el nivel de nutrición ha contribuido en los países en vías de desarrollo a disminuir a la mitad la proporción de las personas que pasan hambre entre 1990 y 2015. La inseguridad alimentaria sigue, dicen las agencias. Por ejemplo, la mejora en el acceso al alimento en países como Brasil – donde ya ha disminuido a la mitad el porcentaje de personas que pasan hambre – enmascaran los graves problemas de otros estados, como Haití, donde el número de hambrientos ha crecido de 4,4 millones en 1990-92 a 5,3 millones en 2012-14.
El hambre está aumentando también en el África Subsahariana, donde las personas hambrientas han pasado de 176 millones a principios de los 90 a 214 millones (del 17,3 % al 26,6 %). O en el Norte de África, donde el hambre afecta a 13 millones de personas, mientras que a principios de los noventa eran 6 millones(con un incremento de un 1%). Un incremento que ha afectado también al occidente de Asia, donde las personas desnutridas han pasado de 8 a 19 millones (Redattore Sociale, 16 septiembre).