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Miles de peregrinos en la Patagonia para celebrar al beato Ceferino Namuncurá

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Esteban Pittaro - publicado el 02/09/14
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Se trató de la 44° Peregrinación a Chimpay, pueblo patagónico del que es oriundo el aborigen salesiano beatificado en 2007.
Tras una intensa semana de peregrinaje y celebraciones la localidad patagónica de Chimpay, en la provincia argentina de Río Negro, cerró sus días más intensos del año. El pueblito al que arribaron obispos y cardenales de distintas partes del mundo en 2007 para una inolvidable beatificación, es hace tiempo reconocido en la Argentina como punto de peregrinación para la devoción al hoy beato Ceferino Namuncurá, joven mapuche salesiano.

Cerca de 25 mil fieles peregrinaron al pueblo del que es oriundo Ceferino, lo que equivale a prácticamente 6 veces la población de Chimpay. La Eucaristía central fue presidida por el Obispo de Viedma, monseñor Esteban María Laxague, bajo un sol radiante y con un fuerte colorido mapuche, etnia a la que pertenecía Ceferino.

El color también fue aportado por la gran cantidad de gauchos a caballo llegados desde lejanas distancias, en algunos casos tras cinco días de cabalgata. Otro importante grupo arribó en bicicleta. El pelotón que hace la peregrinación desde Viedma recorre 380 km. Desde Buenos Aires, viajaron 14 horas en autobús para participar de la fiesta. Un gesto fraternal acompañó la peregrinación, ya que se solicitó alimentos y calzados para los más necesitados.

La actividad obligada del peregrino, recibido con honores por un pueblo que largo se prepara para esta jornada, es acercarse a la imagen de madera del beato y rezar mientras se acaricia su poncho. Fiesta, fogón, oración, acompañaron las noches de los que llegaron con algunos días de antelación.

La “semana ceferiniana” tuvo como lema este año “Con Ceferino, vivamos el Evangelio en Familia”. Monseñor Laxague explicaba que el beato Ceferino tuvo en Chimpay una “experiencia muy linda de familia, numerosa; gozó de su padre, su madre, sus hermanos. Él nos invita a descubrir el valor de la familia porque a la luz del Evangelio se vuelve más rica, más brillante, más humana”.  

Quiero ser útil a mi gente

Ceferino Namuncurá nació el 26 de agosto de 1886, hijo del cacique Manuel Namuncurá. Estudió en Buenos Aires, porque, decía, “quiero ser útil a mi gente”. Entre sus compañeros estaba Carlos Gardel. En la ciudad, Ceferino recibió el llamado al sacerdocio. El cambio de ambiente entre su tranquila Chimpay le perjudica la salud, y viaja a Italia, en busca de un entorno adecuado para su salud y sus estudios. En 1904, junto con superiores salesianos, visita al Papa Pío X, con quien intercambia presentes. Falleció en Roma el 11 de mayo de 1905. Sus restos fueron repatriados en 1924.

Fue Jorge Bergoglio quien impulsó a Chimpay como sede de la beatificación de Ceferino en 2007. Por la naturaleza del acontecimiento, lo esperable en ese momento era que la ceremonia se realice en una ciudad, posiblemente Buenos Aires. Pero  Chimpay “es la tierra donde nació Ceferino”, dijo en su momento Bergoglio rechazando la propuesta inicial del superior de los salesianos.
 

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