Lo han intentado 15 de cada 100 niños detenidos
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El último reporte de las autoridades fronterizas de Estados Unidos indica que, al 31 de julio de 2014, el flujo de menores de edad viajando solos hacia este país con tres mil kilómetros de frontera con México, ha disminuido, aunque sigue siendo “inusualmente alto” para los récords de otros años fiscales.
Sin embargo, nuevos datos difundidos por el Centro de Investigación Pew demuestran que si bien esto puede ser cierto, lo es sin considerar que los menores de edad procedentes de México que son aprehendidos, no cuentan en el registro, puesto que son deportados de manera inmediata por ser México un país “contiguo” a Estados Unidos.
Tienen solamente 72 horas
Ciertamente, los flujos de niñas y niños de El Salvador, Honduras y Guatemala se han visto reducidos por la intensa campaña realizada en esos países centroamericanos, con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, para que los menores “se queden en casa”. Pero el drama continúa, y quizá con realidades ocultas como es que muchos de los menores mexicanos capturados han tratado de cruzar la frontera varias veces, y han sido deportados de inmediato también varias veces.
De las más de once mil detenciones de menores mexicanos no acompañados durante este año fiscal (1 de octubre hasta el 31 de mayo), sólo dos mil 700 niños (24 por ciento de todas las aprehensiones) denunciaron haber sido aprehendidos por primera vez en su vida, según el nuevo análisis del Pew, basado en datos del gobierno mexicano.
Las otras tres cuartas partes de las aprehensiones fueron de niños que informaron que habían sido detenidos varias veces antes. Un dato enormemente significativo es que 15 de cada 100 niños mexicanos han sido detenidos al menos seis veces en este año fiscal.
Como resultado de estas múltiples detenciones, el número total de niños mexicanos capturados en la frontera es inferior a las estadísticas sobre detenciones que se manejan en los medios y en los círculos oficiales. Sin embargo, la falta de toma de huellas dactilares por las autoridades mexicanas hace difícil estimar el número real de niños que cruzan la frontera.
Hay que recordar que los niños migrantes de México y Canadá no reciben las mismas protecciones que los de otros países en el marco de una ley sobre la trata de personas de 2008, bajo la segunda administración del presidente Goerge W. Bush.
La ley requiere que los niños centroamericanos sean procesados por la oficina de Refugiados, Servicios Humanos y Salud. Más tarde, colocados en una vivienda, de preferencia con un miembro de su familia, mientras sus casos de inmigración son procesados en la Corte de Inmigración de Estados Unidos.
Por el contrario, los niños mexicanos pueden ser devueltos a México a pocas horas de su aprehensión. Bajo la política actual, las autoridades estadounidenses tratan de determinar si los niños mexicanos han sido víctimas de la trata de personas o enfrentar algún otro temor creíble de persecución.
Las presuntas víctimas son tratadas de manera similar a los niños de América Central y se colocan en un refugio. Pero los niños restantes se devuelven a la frontera en no más de 72 horas y entregados a funcionarios del consulado mexicano.
México: más adolescentes, menos niñas
Como resultado de esta política, 75 por ciento de los niños no acompañados procedentes de México volvió –casi inmediatamente—a intentar cruzar la frontera después de su detención durante el último año fiscal, según un informe elaborado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Otra diferencia entre los niños no acompañados detenidos desde México y América Central se encuentra en las características demográficas, como la edad y el sexo.
Por ejemplo, las niñas constituyen alrededor del 34 por ciento de los menores de 18 años no acompañados procedentes de Honduras, El Salvador y Guatemala, en comparación con sólo el 8 por ciento de México. Los niños de México también tienden a ser mayores.
Alrededor del 97 por ciento de los menores no acompañados detenidos desde México este año fiscal eran adolescentes, en comparación con el 80 por ciento de Honduras, El Salvador y Guatemala.