La epidemia llega ya a Nigeria y son más de 800 los fallecidos
El 17 de febrero el director del hospital regional de la localidad de Macenta, al sur de Guinea-Conakry, visitaba a un paciente que sufría de una terrible fiebre, acompañada de vómitos severos y diarrea con sangre. Días después, el personal que componía el séquito médico comenzó a desarrollar los mismos síntomas. Todos fallecieron.
Así comenzó esta terrible epidemia que, meses después, muestra las terribles cifras de 1.300 casos y 887 muertes, según la Organización Mundial de la Salud.. La epidemia se extiende a Liberia, Sierra Leona e, incluso, Nigeria, país que no comparte frontera con el foco.
Benoit Carpentier, portavoz del Comité Internacional de Cruz Roja, ha asegurado a COPE que el brote de ébola en África occidental está “fuera de control”. Ha dicho que las medidas que se han tomado hasta ahora para combatir la enfermedad “no son suficientes” porque cada vez hay más casos. Y que hay que actuar rápido para impedir que el ébola se propague a otros países. En estos países se encuentran Senegal, Mali o Costa de Marfil.
Misioneros en contacto con el ébola
Miguel Pajares, un misionero español, permanece en cuarentena en el hospital San José de Monrovia tras el fallecimiento del director de dicho hospital y tras presentar síntomas que podrían ser de ébola a falta de la confirmación tras los resultados de un test.
Desde España, sus compañeros y amigos siguen con preocupación el estado de salud del religioso. El delegado de Misiones de la diócesis de Madrid, el padre José María Calderón Castro explicó a ABC que recibió el último mail del hermano Pajares hace tres días.
"Me contaba que el hermano Patrick (el director del centro fallecido por el virus Ébola) estaba muy enfermo y que lo querían llevar a Ghana para atenderlo», recordó el padre Calderón.
Desde entonces no ha tenido más noticias del religioso, que trabaja en este hospital, fundado por la Orden de San Juan de Dios hace 50 años y que se ha convertido en un referente para la atención sanitaria en Liberia. Según comentó el padre Calderón, el religioso español «tenía pensado regresar a Madrid el próximo mes de septiembre»
Hoy mismo, otra misionera, la estadounidense Nancy Writebol, será trasladada a un hospital de su país. Writebol trabajaba en el mismo equipo que el médico Kent Brantly, ya en suelo americano. La misionera tenía entre sus funciones la de descontaminar a las personas que ingresaban en la zona de tratamiento contra el ébola.
La labor de concienciación sobre el riesgo de contagio es fundamental. Por eso en las parroquias de Sierra Leona los feligreses se han lavado este fin de semana las manos con agua y lejía antes de entrar y de salir de sus iglesias y no se dieron el saludo de paz este fin de semana. “Los únicos vehículos autorizados para circular son los de la policía y las ambulancias”, dijo el misionero saveriano, Luigi Brioni, a MISNA.