La Iglesia se está movilizando para apoyar a la población. Los campos de refugiados están colapsados. Hay mucho miedo por la suerte de 1.300 cristianos
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“Detened los combates, empezad a hablar de las causas que están a la base del conflicto”, para que la crisis no se prolongue más. Ban Ki Moon, número uno de la ONU renovó el llamamiento por la paz en la Franja de Gaza, condenando el lanzamiento de cohetes de Hamas y pidiendo también “máximo autocontrol” por parte israelí (Radio Vaticana, 22 julio).
Mientras tanto continua subiendo el balance de las operaciones militares. Según el último boletín, afirma la emisora radiofónica de la Santa Sede, son más de 600 las víctimas palestinas y 3.700 los heridos; 28 militares israelíes muertos.
En estas horas el cuadro humanitario es cada vez más dramático, como explica Avvenire (21 julio), que entró en contacto con el padre Jorge Hernández, sacerdote argentino en servicio en la parroquia de la Sagrada Familia en la Franja de Gaza. “Las bombas no hacen distinción entre cristianos y musulmanes – ha declarado lapidario el sacerdote – esta es una guerra absurda, no tiene nada que ver con el conflicto palestino-israelí: Hamas e Israel aprovechan la situación y mientras la gente sigue muriendo”.
Las preocupaciones del padre Jorge para la comunidad cristiana de Gaza (1.300 fieles de los cuales 136 son católicos), no se limitan sólo a la escalada militar en curso, sino que son el fruto del aumento de la intolerancia religiosa de las facciones islámicas más extremas. “Aquí los cristianos son doblemente bajo presión: primero como palestinos, por parte israelí, y después por las posibles represalias derivadas del conflicto, como ha sucedido recientemente en Siria”.
“Los niños – declaró al National Catholic Register (22 julio) – están aterrorizados y los padres hacen lo posible por distraerles, para que no se vean superados por la cruel violencia de estos días”, y a acusado a Hamas de utilizar a los “civiles como escudos humanos”
Mientras tanto, el frente de la emergencia se está concentrando en los campos de refugiados, informa Agensir (21 julio). Hacen falta de forma inmediata 60 millones de dólares para seguir los trabajos en las inmensas extensiones que acogen a los refugiados que huyen de Gaza City, sobrepoblados a los pocos días del inicio de la ofensiva israelí.
El portavoz de la UNRWA (United Nations relief and works agency), Chriss Gunness ha lanzado un llamamiento para recoger esta suma, que bastaría para cubrir un mes de trabajo en los campos de refugiados y 3-6 meses para la fase de reparación y reconstrucción. Los campos pueden acoger a un máximo de 100.000 personas y por ahora el número es de 85.000.
En este escenario, la Iglesia hace lo posible por aliviar los sufrimientos y el profundo malestar de los habitantes de la Franja de Gaza. Monseñor Giuseppe Lazzarotto, nuncio en Israel y delegado apostólico en Jerusalén y Palestina, explicó a Radio Vaticana (21 julio),que “nos movemos con los medios que tenemos a disposición, y ahora planeamos alguna iniciativa de Caritas para llevar ayuda inmediata a estas poblaciones que han sido afectadas directamente; se planean gestos concretos en tiempos muy breves”.