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Cómo tener un espíritu saludable

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LaFamilia.info - publicado el 10/07/14
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El resentimiento, agresividad, odio, rencor, deseo de venganza, enferman el espíritu, dañan el cuerpo y producen desequilibrio psicológico

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Al igual que el cuerpo, el espíritu también se enferma al llenarlo de toxinas, en este caso emociones y sentimientos negativos. De ahí la necesidad de evitarlos o superarlos si ya están presentes.

Un estilo de vida saludable por ejemplo, contribuye a que el cuerpo pueda desarrollar adecuadamente sus funciones orgánicas, permite que todo marche como debe ser y hace que la persona se sienta vital, animada y alegre. Algo muy similar sucede con el espíritu, en este caso las emociones y los sentimientos son su alimento, y al mismo tiempo, su medicina. Tan importante es alimentarlo de pensamientos, emociones y actitudes positivas, como tan perjudicial es llenarlo de comida basura -sentimientos negativos-.

Sentimientos tóxicos que se deben superar

El resentimiento, agresividad, odio, rencor, deseo de venganza, enferman el espíritu, dañan el cuerpo y producen desequilibrio psicológico. Dichas toxinas pueden no damnificar al otro; pero sí perjudican mucho a quien las experimenta. Estas son más razones para erradicarlas:

  • Al desearle el mal al otro, se está anhelando que el mal triunfe en el propio corazón.
  • Esta pérdida de paz interior, repercute de forma directa en lo cotidiano, la vida se torna oscura, amarga, pesimista, melancólica e incluso depresiva.
  • Enferman el espíritu y también el cuerpo.
  • Por estar enfocado en este tipo de emociones, no se disfrutan las muchas otras cosas buenas que pueden estar sucediendo.
  • Sin quererlo, se está fomentando la propia inseguridad.
  • Es una pérdida de tiempo, pues toda la atención está puesta en odiar al otro, quitando tiempo valioso a la propia vida.
  • Este tipo de sentimientos no conducen a nada bueno. Todo lo contrario, pueden convertirse en la mayor desgracia.

La cura: el perdón
 
El perdón es el único remedio para apabullar estos sentimientos negativos que alejan la felicidad, apagan las ilusiones, y destruyen la paz interior. El perdón trae consigo enormes beneficios. Al abrirse a éste se da vía libre para que la felicidad renazca, es darle un adiós decisivo a los problemas, es despertarse de la pesadilla del odio, del rencor, y se vuelve a ver la luz del amor, la alegría y la paz. Es el comienzo de una nueva vida dejando todas las cosas malas atrás.
 
 
 
 
 

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