La procesión debió celebrarse dentro del templo porque los argentinos celebraban en la calle el triunfo frente a Holanda
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En una Argentina que rebosa de fútbol, hubo tiempo para celebrar a la patrona de la provincia de Corrientes, nuestra Señora de Itati. Ícono y punto de peregrinación más importante del litoral, las celebraciones patronales de este año estuvieron marcadas por un espíritu solidario, además de futbolero, debido a las inundaciones en la región.
Las intensas lluvias al sur de Brasil y la consecuente crecida del Río Paraná obligaron días atrás el desplazamiento de varias familias, por lo que durante toda la jornada en el santuario, se recibieron alimentos, ropa, pañales y juguetes para los damnificados.
El día en que la Argentina celebra su independencia, el santuario más importante del nordeste argentino acogió Misas desde las 6.30 hasta las 19. Esta última celebración de la jornada coincidió con el período suplementario y los penales de la semifinal del Mundial de Fútbol que enfrentó a la Argentina y a Holanda. Le tocó presidir esa celebración al rector del santuario padre Roberto Simionato FDP, quien al término de la celebración, y refiriéndose al encuentro, dijo: “cuánto más contentos debemos estar por tener a la Madre de Itatí tan cerca”.
De hecho la procesión de antorchas prevista para el término de esa Misa debió realizarse en el interior del templo, debido a las celebraciones por el paso a la final que en Itatí, como en el resto del país, coparon las calles.
Pero las celebraciones por nuestra Señora de Itatí no se acotaron al 9 de julio, ya que desde esta jornada hasta el 16 se inicia una serie de actos y peregrinaciones preparatorias del 114º aniversario de la Coronación Pontificia de Nuestra Señora de Itatí. Ese día, además de Misas desde la 1 de la mañana, habrá bautizos, rezos del Rosario, y una emotiva peregrinación náutica para que una imagen de la Virgen de Itatí se encuentre en el Río Paraná con una de Nuestra Señora de Caacupé, patrona del Paraguay.
El origen de Nuestra Señora de Itatí
Fue el misionero jesuita español Luis de Bolaños el principal impulsor de esta advocación y fundador del “Pueblo de Indios de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí”, encomendado a la Virgen en una imagen de timbó y nogal tallada por los aborígenes de la tribu de los itatines. Desde entonces, numerosos prodigios han ocurrido sobre todo en torno a la relación entre la imagen y los habitantes autóctonos de la región. El 16 de julio de 1900 la imagen recibió la coronación pontificia. Su santuario, a 70 km de la ciudad de Corrientes, y con capacidad para albergar a 9 mil fieles en su interior, recibe anualmente a más de dos millones de peregrinos.
