México mide la percepción sobre la corrupción en sus instituciones públicas
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En percepción sobre la corrupción, México ocupa el lugar 106 sobre 177 países en el Índice de Percepción de la Corrupción 2013, creado por Transparencia Internacional.
Pero los mexicanos no son menos drásticos cuando se les pregunta sobre su percepción de la corrupción en su propio país: 8 de cada 10 mexicanos percibe a la policía como el sector social más corrupto, seguido de los partidos políticos, con el mismo número, y los ministerios públicos, con 7 de cada 10 encuestados por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
La experiencia personal de la corrupción
La reciente difusión de la Encuesta de Calidad e Impacto Gubernamental (ECIG) ha dejado muchas cosas en claro en lo que respecta a los niveles de corrupción que se han alcanzado en el país. Por ejemplo, que el 12.1 por ciento de la población mexicana ha tenido una experiencia de corrupción cuando realizaba algún trámite oficial o gestionaba un servicio público.
Medido por instituciones públicas, los mexicanos perciben que las instituciones religiosas son las menos corruptas del país, y medido por sectores, aquellos donde se percibe que hay menos corrupción son, obviamente, la familia, con 17.5 por ciento, los vecinos, con 19.6 por ciento, y los compañeros de trabajo con 26.5 por ciento.
Esta encuesta arrojó otros datos muy importantes para evaluar tanto la gestión gubernamental como las políticas de choque que tendrían que implementarse toda vez que la corrupción se ubica en el tercer lugar de los problemas que preocupan más a los mexicanos, con el 48.5 por ciento, sólo detrás de la inseguridad y delincuencia que alcanzó 70.4 por ciento y el desempleo que registró 51 por ciento.
Una tasa de prevalencia como para hacer sonar la alarma
La ECIG no pretendió medir la corrupción en todo el país sino aquella que enfrentan los ciudadanos mexicanos cada vez que van a una ventanilla de gobierno a hacer un trámite, solicitar un permiso o pagar alguna contribución.
Sin embargo, la tasa de población que cree o ha escuchado que existe corrupción en los trámites, solicitudes de servicio o en los servicios que realizó durante 2013 es de 47 mil 604 por cada 100 mil habitantes, es decir, el 47 por ciento “cree o ha escuchado que existe corrupción en ese conjunto de trámites”.
Una tasa lo suficientemente alta como para encender los timbres de alarma, pero no así en México, donde parece ser que se ha institucionalizado.
Por otro lado, la tasa de población a quien “algún conocido le refirió que había corrupción en los trámites y servicios que realizó durante 2013” es de 31 mil 990 por cada 100 mil habitantes, es decir, 31 por ciento de la población.
Finalmente, la encuesta del INEGI destacó que la tasa de prevalencia de corrupción es de 12 mil 80 por cada 100 mil habitantes, es decir, que el 12 por ciento de los habitantes fueron víctimas de al menos un acto de corrupción al realizar trámites o servicios públicos durante 2013, y la mayor parte ocurre a nivel municipal (11.7 por ciento); a nivel estatal (21.7 por ciento) y en menor grado a nivel federal, con 1.7 por ciento.
Muy al fondo en la tabla
En el estudio general sobre percepción de corrupción de Transparencia Internacional, México se ubicó el año pasado en la última posición de la tabla entre los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), por debajo de países como Italia y Grecia.
En este tema, México obtuvo en 2013 la misma puntuación que en 2012. Por lo demás, la diferencia entre el país mejor ubicado en América Latina (Uruguay, en la posición 19) y México, es de 87 posiciones.
