Pederastia: La Iglesia en Bélgica adopta un nuevo código de conducta

Titulado “Del tabú a la prevención”, marca una verdadera ruptura con los hábitos del pasado y se dirige a todos los agentes pastorales pero también a los padres y a los niños

“No basta con reconocer los errores del pasado y acompañar a las víctimas. También es importante hacer todo lo posible para velar por que estos hechos no se repitan en el futuro”.

La lucha contra la pederastia en la Iglesia va a aplicarse con firmeza en Bélgica.

La iniciativa, que se añade a la política de prevención, se titula Del tabú a la prevención y se presentó el pasado 2 de junio.

Preparado por la Comisión interdiocesana para la protección de los niños, este proyecto es una respuesta concreta a la política de tolerancia cero querida por el Papa Francisco e iniciada por Benedicto XVI en 2010.

Cuando Bélgica recuerda aún el caso Vangheluwe, que lleva el nombre de este obispo flamenco reconocido culpable de abusos sexuales a menores –un escándalo que debilitó mucho a la Iglesia belga-, es ahora el momento de la acción, la prevención y la reparación.

La comisión interdiocesana para la protección de los niños intenta ahora hacer todo lo posible por actuar con transparencia y aclarar este turbio pasado, en colaboración con la justicia belga.

Para reducir al máximo cualquier nueva deriva, ha presentado su informe anual 2012-2013, que ofrece un balance alentador para la Iglesia porque constata una disminución considerable de los casos registrados.

Del tabú a la prevención marca una verdadera ruptura con el pasado y un ardiente deseo de hacer avanzar las cosas en Bélgica.

Este código de conducta se presenta en un folleto destinado a la prevención de abusos sexuales y de comportamientos transgresores en las parroquias.

La directora de la Federación de Instituciones Médico-sociales, Isabelle Gaspard, explicó a La Vie que este código, lejos de ser una serie de reglas a respetar, es “un conjunto de propuestas en el que los redactores han dado prioridad a la acción positiva para unas relaciones sanas entre personas respetuosas las unas con las otras”.

El folleto está destinado a todos los agentes pastorales, pero también a los padres y a los niños.

Han escrito el documento la profesora emérita de la Universidad de Lovaina y presidenta de la Comisión interdiocesana para la protección de los niños y los jóvenes Manu Keirse, y el secretario general de la conferencia episcopal, Herman Cosijns.

La última parte del folleto se dirige especialmente a los jóvenes y está escrita por Kolet Janssen, autora de escritos para jóvenes.

Tratando de establecer una “cultura de vigilancia”, la Iglesia belga se toma muy en serio los casos de las víctimas de la pederastia.

Ya ha pagado unos 2,5 millones de euros por indemnizaciones. Pero más allá de las compensaciones materiales, que no lograrían reparar los daños causados, la Iglesia quiere ante todo estar a la escucha y acoger los sufrimientos de las víctimas.

Tine Van Belle, responsable del punto de contacto de Brujas que acoge a las víctimas, declaró a Radio Vaticano que “la Iglesia no minimiza este sufrimiento (···). El tiempo en que se intentaba ocultar toda forma de abuso ha acabado definitivamente”.