El Papa Francisco realizará este domingo en el Vaticano una “invocación por la paz” para Tierra Santa a la que asistirán el presidente palestino Mahmud Abbas y el presidente israelí Simon Peres. Se trata de un acontecimiento único que ocurrirá en el territorio neutro de la casa del sucesor de Pedro, lejos de una tierra contendida en 60 años de conflicto y asolada por las secuelas de 2000 años de incomprensiones.
¿Qué hay en juego en cinco puntos?
Salir del bloqueo psicológico. El Papa Francisco está moviendo la “diplomacia del espíritu” para descongelar el diálogo. La más reciente negociación entre israelíes y palestinos concluyó en abril. Es la primera vez en más de un año que Peres y Abbass se ven cara a cara.
Henrique Cymerman, corresponsal desde hace 25 años en Israel para diversos medios del mundo, ha sido un testimonio directo del evento. Cymerman ha sido uno de los mediadores del encuentro entre ambos líderes en el Vaticano, según relata el periodista judío en varias entrevistas publicas.
“Este es uno de los momentos más difíciles que yo recuerdo desde la segunda intifada, el proceso de paz promovido por Estados Unidos se encuentra completamente estancado, sobre todo porque nunca reunieron a las dos partes del conflicto”, confirma Cymerman en una entrevista el 26 mayo al diario El Mundo.
“Un respiro a la política” para lanzarse en lo que parece imposible. En este sentido, van las expectativas de que el Papa Francisco logre abrir el camino hacia un renovado proceso de diálogo a partir de un anhelo común. La paz no llegará de un momento para otro. El Papa lo sabe y por ello ha confirmado que se trata de un encuentro sin ambiciones políticas.
El padre Pierbattista Pizzaballa, custodio de Tierra Santa, dijo en un briefing en el Vaticano que "nadie debe tener falsas ilusiones" de que "reinará la paz milagrosamente desde el lunes" en Oriente Medio.
El liderazgo del Papa Francisco. Las dotes de liderazgo del Papa para abrir el diálogo entre cristianos, musulmanes y judíos. Es un juego de triangulación que va más allá de los limites históricos dictados por el Cisma de Oriente (año 1054), las persecuciones contra los judíos en Europa (arraigadas en 1492 y el antisemitismo radicado en el corazón del Viejo Continente durante la Segunda Guerra Mundial) y el diálogo con el islam, religión afanada en desmarcarse del fundamentalismo radical que mezcla política y religión.
La paz, un objetivo más alto de cualquier incomprensión. Los cristianos pueden superar sus divisiones al mismo tiempo que se unen por una causa superior: la paz para Oriente Medio. El Papa Francisco ha involucrado también a Bartolomé I en este encuentro, líder mundial de los cristianos ortodoxos, aun ante los roces con el patriarcado de Moscú. No debe ser un caso aislado tampoco la visita del jueves al Vaticano de Aram I, de la Iglesia armenia, una Iglesia herida aún por la persecución.
¡Es ahora o nunca! El presidente Simon Peres dejará su cargo institucional en julio. Peres es un gran promotor de la paz en Tierra Santa y no tendrá un sustituto válido en poco tiempo. El Papa Francisco está creando un precedente antes de la caída del mandato de Peres, premio Nóbel de la paz. Esto para decir: ¡Un acercamiento por la paz en Oriente Medio es posible!
Precisamente, el Papa Francisco había remarcado la necesidad de este encuentro diciendo que "construir la paz es difícil, pero vivir sin paz es un tormento”, palabras que hacen eco desde su peregrinación a Tierra Santa (de 24 al 26 de mayo).
Hoy celebramos a...