En la catequesis del miércoles, el Papa dedicó su tiempo y atención a los niños, manifestándoles su cariño paterno
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En su recorrido por la plaza de San Pedro antes de la catequesis, el Papa Francisco acogió este miércoles a la multitud que lo esperaba, como siempre sucede. Esta vez, dedicó mucho tiempo y atención a los pequeños, acariciándolos y besándolos.
Estos gestos sencillos del Papa con los niños recuerdan el Evangelio de Mateo: «En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí» (Mt 25,40).