​Irlanda: Un monumento recordará a los 800 niños muertos en “The Home”

La historia surgida esta semana en Irlanda es sencillamente innoble e inhumana y recuerda al caso Philomena, recientemente adaptado a la pantalla, y a esas madres forzadas a abandonar a sus hijos en Irlanda sin esperanza de volverlos a ver.

Estos niños fallecieron, necesitados de amor, de cuidados, de alimentación, tras vivir sus pocos años de infancia entre los fríos muros de piedra del convento “The Home” en Tuam, cerca de Galway, en Irlanda.

El convento, gestionado por las hermanas del Buen Socorro, cerró sus puertas en 1961, y fue uno de los numerosos centros, tanto católicos como protestantes, que acogieron a las “madres solteras” en Irlanda.

Esas jóvenes no casadas eran obligadas a abandonar a sus hijos, pero de hecho la mayoría de ellos morían durante la infancia.

En los años 70, dos niños de 12 años descubrieron mientras jugaban los esqueletos de estos niños, de entre 2 y 9 años. Y la historia cayó en el olvido.

Una antigua cisterna de hormigón disimulaba los restos de unos 800 niños muertos y enterrados clandestinamente durante 36 años.

La historiadora local Catherine Corless ha exhumado este sórdido caso. Buscando un cementerio para recién nacidos del que le habían hablado, descubrió el horror de estos niños sin exequias ni tumba sumergiéndose en los archivos del antiguo convento de Tuam, actualmente remplazado por una urbanización.

A día de hoy se cuentan 796 niños enterrados ahí, muertos de enfermedad, de malnutrición y en general de una falta de cuidado y de humanidad.

Mientras que su nacimiento aparecía en los registros locales, no figuraba en cambio ningún certificado de defunción ni había tampoco ninguna tumba relacionada con ellos en los cementerios de los alrededores.

En 1944, una inspección de salud realizada en el convento permitió seguir una huella de las condiciones de vida entre sus muros: en abril de 1944, vivían allí 271 niños y 61 madres solteras; el informe habla de 31 niños en una misma habitación de “pobres bebés demacrados y malnutridos” de entre tres semanas y 13 meses.

La mayoría de ellos no sobrevivieron. Hoy finalmente se alzan voces para rendir cuentas y para enterrar dignamente los restos de estos niños. Un familiar de un niño “acogido” en esta institución también ha presentado recientemente una queja para que se aclare todo sobre la muerte de estos niños.

El ministro de Asuntos de Infancia y Juventud Charlie Flanagan ha anunciado que se investigarán los entierros para niños en las casas de acogida de niños y madres, y se examinará la situación para determinar la verdad.

El arzobispo de Tuam, monseñor Michael Neary, ha apreciado esta iniciativa y ha mostrado su consternación por la cantidad de niños enterrados en Tuam y por el “gran sufrimiento y dolor para los pequeños y sus madres”.

“Será una prioridad para mí, en colaboración con las familias de los fallecidos, tratar de volver a enterrar dignamente los restos de los niños en una tierra consagrada de Tuam”, declaró.

Catherine Corless y el Children’s Home Graveyard Comittee están recogiendo fondos erigir un monumento en el que estaría grabado el nombre de cada niño.