En mayo se produjeron 1.120 detenciones de "disidentes pacíficos" por "motivos políticos" en la isla
El régimen de Raúl Castro ha ido anunciando, a cuentagotas pero de forma consistente, una serie de cambios en la economía y en la apertura hacia las fuerzas del mercado que hasta hace un lustro eran impensables en Cuba. Pero a esa apertura no le ha seguido una similar en materia de respeto de los derechos humanos, menos aún de los disidentes al régimen.
El día de ayer, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) denunció que durante el mes de mayo se produjeron 1.120 detenciones de "disidentes pacíficos" por "motivos políticos" en la isla, una cifra récord en lo que va de año y la segunda mayor desde marzo de 2012.
La CCDHRN –una organización que no reconoce aunque tolera el régimen cubano– habla en su informe mensual correspondiente a mayo de 2014 de "una de las cifras más altas de las últimas décadas en cuanto al número de detenciones por motivos políticos", justamente cuando Castro quiere mostrarse al mundo como un régimen aperturista y moderno.
Según el grupo defensor de los derechos humanos y de la reconciliación entre todos los cubanos, el gobierno de Raúl Castro "continúa criminalizando el ejercicio de todos los derechos civiles y políticos y otros derechos fundamentales".
La CCDHRN contó 1.120 disidentes arrestados durante el mes de mayo, por encima de los 1.052 de enero, los 1.051 de febrero, los 813 de marzo y los 905 de abril. Entre seis y diez de los detenidos han sido enviados "a prisiones de alta seguridad", informó el grupo, lo cual quiere decir que se les considerará como presos peligrosos para el régimen y tendrán “castigos” diferentes.
Desde luego, todas estas cifras, dice en su informe la CCDHRN, son solamente cifras aproximadas, pues "resulta imposible documentar todos los casos de represión política", que siguen sucediéndose con regularidad a los largo y ancho de la isla caribeña, mostrando lo poco que han cambiado las cosas adentro de la misma isla, desde 1959 a la fecha.
En el actual escenario, con Fidel en la enfermería y con Raúl dirigiendo los destinos de la revolución, "las señales que sigue emitiendo el gobierno de Cuba son desalentadoras en cuanto a la posibilidad de que se respeten, al menos a corto plazo, los estándares internacionales en materia de derechos humanos y se cumpla a cabalidad lo establecido en la Constitución".
El grupo citó entre los casos representativos de represión el del periodista Guillermo Fariñas, "a quien han detenido cada lunes en las últimas 19 semanas" y sometido "a tortura mediante hipotermia artificial", así como a palizas y vejaciones. Fariñas incluso "fue virtualmente amenazado de muerte, en presencia de testigos, por un alto oficial de la Policía política secreta del Ministerio del Interior”.