El Papa Francisco este jueves en ocasión de la presentación de las credenciales de los embajadores de Suiza, Liberia, Etiopia, Sudan, Jamaica, Sudáfrica e India ante la Santa Sede afirmó: “Todos hablan de paz, todos declaran de quererla, pero lamentablemente aumenta la proliferación de los armamentos andando en sentido contrario”. Además, pidió a la comunidad internacional de poner atención a la tragedia de las “migraciones forzadas”.
“Existen historias que nos hacen llorar y avergonzarnos: seres humanos, nuestros hermanos y hermanas, hijos de Dios que, empujados también por la voluntad de vivir y trabajar en paz, enfrentan viajes masacrantes y sufren recatos, torturas, maltratos de todo tipo, para terminar a veces muertos en el desierto o en el fondo del mar” lamentó el Obispo de Roma.
“El fenómeno de las inmigraciones forzadas está muy relacionado a los conflictos y a las guerras, y por lo tanto también al problema de la proliferación de las armas” dijo. “El comercio de las armas tiene el efecto de complicar y alejar la solución” a los conflictos, aseguró acogiendo a los nuevos embajadores ante la Santa Sede.
El Papa remarcó la misión especial de la Sede Apostólica al servicio de la paz, al mismo tiempo que pidió a la “comunidad internacional” un mayor compromiso “concertado y valiente contra el aumento de las armas y para su reducción” confirmó.
“Podríamos también pensar que sería de una actitud en un cierto sentido cínico proclamar los derechos humanos y, contemporáneamente, ignorar o no hacernos cargo de hombres y mujeres que, obligados a dejar su tierra, mueren en el intento o no son acogidos por la solidaridad internacional”.
Precisamente, el Papa en la audiencia general de este miércoles había manifestado su dolor por el naufragio de 400 inmigrantes del norte de África, número aún por confirmar, que llegaron a la isla italiana de Lampedusa en pésimas condiciones.
Las autoridades italianas han confirmado la muerte de 17 personas en el naufragio, entre las victimas hay niños, mujeres embarazadas y ancianos. El número total de inmigrantes es aún incierto. Sin embargo, la agencia de noticias ANSA ha informado que de los 400 posibles náufragos hay 200 cuerpos por recuperar en el fondo del mar.