Una breve biografía de uno de los sacerdotes fusilados en Piasnica, el padre Edmundo Roszczynialski
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Después de presentar las figuras del padre Pedro Dankowski de la diócesis de Cracovia para Semana Santa y, con ocasión de la canonización de Juan Pablo II, la figura del beato salesiano José Kowalski retomamos los mártires del bosque de Piasnica, en la región de Pomerania.
Y vamos a cerrar con la figura emblemática del sacerdote y prelado Edmundo Roszczynialski, un ardiente patriota y un excelente pastor especialmente por su sensibilidad hacia los más pobres. En palabras del Papa Francisco, un pastor “con olor a oveja”
Pero también lo que destaca en este sacerdote es que su martirio se consumó aún cuando contaba con un salvoconducto del general Rommel, el futuro mariscal. Ambos se conocían porque la esposa de Rommel era prima del sacerdote polaco.
El 14 de septiembre de 1939, en algún lugar del Corredor “liberado” el general visitó al sacerdote polaco, primo de su esposa Lucy, y le extendió un salvoconducto. Después de esta visita el padre desapareció sin dejar rastro. El 1 de mayo de 1940 Rommel escribió una carta a la oficina de las SS solicitando información. Pocos meses después una fría carta informaba al general Rommel que todas las averiguaciones sobre el destino del sacerdote habían sido infructuosas y añadía: “tenemos que enfrentar la posibilidad de que haya sido víctima de los azares de la guerra o del cruel invierno”. Con esta cínica respuesta se encubría el asesinato.
Conozcamos su historia
El padre Edmundo Roszczynialski nació el 30 de octubre de 1888 en Łężyce cerca de Rumia. Él era el hijo primogénito de Mariano y Eufrosina Malotka. Una numerosa familia que el padre sustentaba con su trabajo de agricultor. Después de concluir la escuela primaria fue educado en la secundaria de Chojnice, y desde 1904 en Wejherowo, donde pertenecía a una organización filomata secreta. Se graduó en 1907, y luego entró en el Seminario Mayor de Pelplin, donde después de completar sus estudios, fue ordenado sacerdote el 10 de marzo de 1913.
En su primer lugar como vicario fue enviado a la parroquia de Nuestra Señora de la Consolación en Drzycimiu – un pueblo grande situado en el borde del bosque de Tuchola, cerca de Laskowice.
De allí, durante la Primera Guerra Mundial, en febrero de 1917 fue reclutado en el ejército prusiano, donde se desempeñó como enfermero y capellán. Después de la guerra fue vicario en Grudziadz (1918-1920), y en el año en que la región de Pomerania retornó a Polonia volvió a su casa – a Wejherowo, donde durante los primeros cuatro años fue prefecto del Seminario de Maestros y desde el 21 de octubre de 1924 se desempeñó como párroco de la Santísima Trinidad. Amplió y equipó la iglesia parroquial.
Como custodio de uno de los más famosos santuarios de la Pasión en Pomerania llevó a cabo la restauración de las ermitas y organizó las indulgencias. En este Calvario de Wejherowo, refiere una crónica contemporánea "se reúnen miles de peregrinos piadosos del Casubio y de Polonia que en común realizan el Via Crucis. La afluencia de peregrinos a menudo es tan impetuosa que 40 sacerdotes no dan a basto para atender confesiones…”
En 1926 fue designado decano, en 1932 delegado episcopal, y un año más tarde – capellán papal. Los feligreses recordaban su forma de ser lleno de alegría y naturalidad, su sensibilidad ante la difícil situación de los pobres. Convocó y apoyó financieramente a los Vicentinos (denominados así por San Vicente de Paúl, que se destacó por una ardiente caridad hacia los pobres) que ofrecían almuerzos gratis y organizaban festivales a beneficio. Él mismo se crió bajo un techo de paja junto con sus diez hermanos en una aldea perdida en el bosque, organizó el transporte para los niños pobres que vivían lejos de la iglesia, especialmente con ocasión de la Primera Comunión.
Fundó la Asociación Católica de Trabajadores con una asesoría legal gratuita y procuró subsidios para los desempleados. En 1932, la Asociación tenía hasta 1650 miembros. La pasión de su vida fue la educación de los jóvenes. Despertó en ellos el interés por el teatro y organizó excursiones y peregrinaciones. Formó también en su parroquia dos coros y una orquesta. Puso bajo su cuidado la cárcel local. A menudo celebraba allí la misa para los presos.
El padre Roszczynialski concibió su vocación al sacerdocio como un servicio a la Iglesia y a Polonia, y su actitud patriótica – como una aceptación de la responsabilidad por el destino de su "patria chica": Pomerania. Desde el tercer año de sacerdocio perteneció a la Sociedad Científica de Torun. En mérito por conservar la identidad polaca de la región casubia fue designado presidente de la junta de la lectura popular. En 1922, junto con el Padre. Walenty Dabrowski creó la "Gazeta Casubia", que salió hasta el estallido de la guerra. Organizó cursos de bordado y corte casubio.
Este ferviente patriota, miembro de la Sociedad de los Insurgentes y Combatientes colaboró con el Batallón de Marina que estaba estacionado en la ciudad desde 1931. Después de su transformación en el 1er Batallón de Fusileros de Marina se involucró en la creación del estandarte de esta unidad. Junto con el Obispo Okoniewski participó en su consagración, que le otorgó el rango de las grandes ceremonias patrióticas y religiosas. El Estado polaco honró sus logros con la Cruz de Oro al Mérito y la Cruz de la Orden de Polonia Restituta
Esta actitud patriótica no pasó desapercibida ante los ojos del ocupante alemán y fue inscrito en el "libro de búsquedas" ("Fahndungsbuch"), lo que equivalía a una sentencia de muerte. A principios del mes de octubre de 1939 hasta Wejherowo llegó el Gauleiter Albert Forster. "En vuestras manos dejo a los polacos. Hay que exterminarlos desde la cuna "- gritó desde el balcón del edificio municipal a los alemanes locales.
Durante este tiempo, la cárcel de Wejherowo estaba repleta de una muchedumbre de sacerdotes, abogados, maestros, funcionarios públicos, médicos, propietarios de tierras, cuya culpa radicaba en el hecho de que pertenecían a las clases cultas polacas. Después de los interrogatorios eran trasladados al bosque de Piaśnica y ejecutados.
A principios de octubre de 1939 por su iniciativa se fundó en Wejherowo la organización caritativa "Ayuda a los polacos", de la que fue director. Su tarea consistía en ayudar a las familias polacas, las víctimas de la guerra, los hijos y viudas de los activistas polacos asesinados. Esta organización en 1940 adoptó el nombre de "Polonia Viva".
Mientras gozó de libertad también se hizo cargo de los sacerdotes encarcelados, proporcionándoles alimentos. Hasta que llegó la Gestapo… El 30 de octubre, el día de su 51 cumpleaños fue arrestado. Los alemanes querían humillarlo ante los ojos de los feligreses. Uno de ellos vio que vestido con un abrigo de ferroviario limpiaba la calle y arrojaba el barro que juntaba con sus manos desnudas dentro de un carro tirado por caballos. "Yo lo haré por el sacerdote", – dijo. "No, hermano, yo voy a hacer esto hasta el final, porque esto me ordenaron" – dijo el párroco.
El 10 de noviembre fue trasladado desde la cárcel de Wejherowo a una prisión en Lembork, y de allí al día siguiente – a la cercana Cewice. Allí, en un claro del bosque en la ladera de una pequeña colina tuvo que cavar su propia tumba antes de ser fusilado. Al mismo tiempo, en el bosque de Piaśnica fue asesinado su hermano Hipólito, el alcalde de Rumia y los vicarios de su parroquia: Jan Gliszczyński, Juliusz Heining y Józef Lehman.
En septiembre de 1979 el cuerpo del padre Edmundo Roszczynialski fue exhumado y enterrado en la tumba familiar en el antiguo cementerio de Wejherowo. Su nombre fue dado a calles en Wejherowo y Rumia. Él es el patrono de la escuela secundaria en Wejherowo y de la primaria en Cewice. En 1994 se inició el proceso de beatificación.
