Lima es la ciudad que peor calidad del aire de América Latina
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El aire que respiramos 88 por ciento de las personas que vivimos en ciudades de este mundo es un riesgo severo para la salud. Las condiciones sobre las que se ha erigido la sociedad industrial, la deforestación y el brutal aumento del parque vehicular en el planeta, han hecho que a Organización Mundial de la Salud (OMS) encienda el foco rojo de alarma: los seres humanos citadinos nos estamos, literalmente, envenenando unos a otros.
Una situación dramática
El estudio que ha publicado la OMS reveló que más de la mitad de la población mundial vive en ciudades con índices de contaminación 2.5 veces mayores a las recomendados por el organismo. Estamos hablando de cerca de cinco mil 500 millones de seres humanos, de los cuales, al menos cuatro mil 800 millones están en riesgo por el hecho de respirar contaminación y basura.
Los riesgos de este aire o “polumo” como lo bautizó el Premio Nobel de Literatura mexicano Octavio Paz, son múltiples; van desde la concentración de plomo en la sangre (el efecto de “Saturnismo” que viven muchos niños de las grandes concentraciones urbanas como el Distrito Federal, en México, o Sao Paulo, en Brasil) hasta la posibilidad de contraer cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias y otros problemas de salud como derrames cerebrales o enfermedades cardiacas, y un sinfín de secuelas adicionales.
En el nuevo informe –dado a conocer en Ginebra, sede de la OMS—el organismo analizó la calidad del aire en mil 600 ciudades de 91 países, del que se desprende que “sólo el 12 por ciento de la población mundial que reside en ciudades respira aire limpio’’. La directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, María Neira, destacó que “la situación empeora en casi todos los lugares, y especialmente en los países en desarrollo’’. En la mayoría de las ciudades donde hay datos suficientes para comparar la situación actual con los años anteriores, “la contaminación del aire es cada vez peor’’, subrayó el informe.
Algunos signos positivos
No todo es oscuridad. El informe de la OMS reconoció que “algunas ciudades están haciendo mejoras notables”, lo que demuestra que la calidad del aire se puede mejorar mediante la aplicación de ciertas políticas como la prohibición del uso del carbón para la calefacción en los edificios. Desde luego, el tema central será, en el futuro inmediato, el uso de combustibles renovables o “limpios” para la producción de electricidad y mejorar la eficiencia de los motores de vehículos de uso privado.
Los últimos datos disponibles han llevado a la OMS a pedir una mayor conciencia de los riesgos de salud causados por la contaminación del aire, la aplicación de políticas eficaces de mitigación de la contaminación del aire; y un estrecho seguimiento de la situación en las ciudades de todo el mundo. “Demasiados centros urbanos de están tan envueltos en una masa de aire tan densa y sucia que sus horizontes son invisibles”, señaló la Directora de la OMS para la Familia, la Infancia y la Salud, Flavia Bustreo.
“No es sorprendente que este aire es peligroso para respirar. Así que un creciente número de ciudades y comunidades de todo el mundo se esfuerzan por satisfacer mejor las necesidades de sus residentes, en particular los niños y ancianos”, recalcó Bustreo, durante la presentación del informe en Ginebra, quien recordó que en abril de 2014, la OMS publicó nueva información la estimación de que la contaminación del aire exterior era responsable de la muerte de unos 3.7 millones de personas menores de 60 años.
Delhi, Ankara, Lima…
La OMS destaca que entre las ciudades más contaminadas del planeta se encuentran Nueva Delhi, Beijing, Dacca, Ulan-Bator y Karachi en Asia; Abu Dabi, Doha, El Cairo en Medio Oriente; así como Dakar y Accra en África. Las ciudades más contaminadas de Europa se encuentran en Europa Orienta y son Ankara y Sofía. En América Latina es Lima, la capital peruana, la que peor calidad de aire posee.
“No podemos comprar un aire limpio en una botella, pero las ciudades pueden adoptar medidas que limpiarán el aire y salvarán las vidas de sus pueblos”, sostuvo el organismo de salud de Naciones Unidas.